“Siento que puedo desafiar a cualquiera en un links, sin duda. Son muchos años jugando en este tipo de campos y es algo natural para mi. No tengo ningún problema en venir a jugar contra los jóvenes en cualquier campo de golf, pero está claro que hacerlo en los links lo hace un poco más sencillo para mi. Me siento cómodo en el Renaissance y además creo que conozco este campo más que cualquier otro jugador”.
Rory McIlroy (-10) es el líder del Scottish Open una vez finalizada la segunda jornada y después de firmar un 66, lo que sin duda es todo un aliciente para el fin de semana. Ahí está de nuevo este mega crack (qué manera tan absolutamente poderosa y fina de jugar hoy de tee a green), como lo ha estado tantas veces este año, aunque sólo se llevara el gato al agua en el primer envite, en Dubai, allá por el mes de enero.
Pero el autor de las declaraciones con las que se abre esta crónica no es el norirlandés de Holywood, sino un irlandés de Dublín con muchos más tiros dados y, se supone, en la cuesta abajo de su carrera al máximo nivel, cerca de cumplir los 52 años de edad, Padraig Harrington (-7), que ahora mismo ocupa una interesante posición, a sólo tres golpes de la cabeza.
¿Lo suyo ha sido toda una declaración de intenciones, sabiendo además que el viento va a complicar mucho las cosas durante el fin de semana, especialmente el domingo? A estas alturas de su carrera él se puede permitir cualquier reflexión y, desde luego, se ha ganado todo el derecho a considerar que en este campo, en un links, él es capaz de ‘patearle el culo’ a cualquiera… Sea como sea, tan emocionante es ver a Rory ahí arriba como aguardar expectantes hasta dónde es capaz de llegar Harrington, sin duda un especialista consumado en los links y en gestionar condiciones adversas de juego.
El torneo no puede tener una pinta más fabulosa, perfectamente proporcionado. Por ejemplo, si analizamos a los 16 jugadores que ahora mismo componen el top ten, encontramos a siete jugadores del PGA Tour (An, Tom Kim, Harman, Burns, Scheffler, Fowler y Homa); a seis del DP World Tour (Nicolai Hojgaard, Schneider, Ferguson, Soderberg, Forrest y Hillier); a dos con tarjeta a ambos lados del Atlántico (McIlroy y Hatton); y a uno más como es Padraig Harrington, que también fue un clásico en ambos circuitos y que hoy los compagina con golf senior de alta competición. En fin, que uno se viene arriba con facilidad si observa, sin ir más lejos, la composición del antepenúltimo partido del sábado (Nicolai Hojgaard, Scottie Scheffler y Padraig Harrington), con un joven valor en alza, todo un Número Uno del mundo y un ilustrísimo veterano danzando juntos, sin que haya manera de atreverse a hacer ningún pronóstico, cualquier cosa es posible…
Las condiciones de juego del sábado, con algo más de viento que en las dos primeras jornadas, todavía dejan margen suficiente para considerar la posibilidad de una gran remontada antes del ‘sálvese quien pueda’ dominical, día en el que se esperan rachas de más de cincuenta kilómetros por hora. En tal tesitura, la de la remontada sabatina, situamos a los dos españoles que han conseguido pasar el corte, Jorge Campillo (-2) y Adri Arnaus (-2), aunque la dirección del torneo haya igualado mucho las cosas planteando mañana salidas por los dos tees con todo el mundo en horario matutino, para quitarse de encima una más que probable tormenta eléctrica vespertina. Sea como sea, extremeño y catalán necesitan una gran vuelta para darse alguna opción el domingo.
