Yannick Paul (-10) ha abierto una buena brecha en el Hero Indian Open. El jugador alemán ha entregado una tarjeta de 69 golpes en la segunda jornada y tiene cinco de ventaja sobre los segundos clasificados a la espera de que se complete el turno de tarde. No es difícil desenmascarar las claves por las que el ganador del Mallorca Golf Open está ahí arriba. Hoy ha hecho 69 golpes, pero lo más importante es que en 36 hoyos sólo suma dos errores, dos bogeys. Esto es casi una heroicidad en el DLF Golf and Country Club.
Paul viene de ser segundo en Tailandia, por lo que inevitablemente debemos considerarlo un líder sólido, aunque en este recorrido de Nueva Dehli es imposible estar tranquilo o seguro. Las tragedias acechan en cada esquina y pueden reventar las mejores vueltas. Aquí estornudas a destiempo y te cae un doble bogey. Digamos que las brechas en la clasificación son menos en este campo.
Los españoles Santi Tarrio (-3) y Jorge Campillo (PAR) han firmado sendas tarjetas de 71 golpes esta mañana. Es un buen resultado. Todo lo que sea ganar al campo es positivo, te mantiene ahí, pero ambas dejan regustos bien diferentes, casi podríamos decir que diametralmente opuestos. Al menos, en lo que se refiere a las sensaciones de los jugadores.
Tarrio está satisfecho con su uno bajo par. De hecho, está más contento hoy que con los 70 golpes que garabateó ayer. El jueves se marchó del campo con la sensación de que se había dejado alguna que otra oportunidad por el camino y que los tres bogeys se podrían haber evitado, quizá no todos, pero sí al menos uno o dos. «Hoy no ha sido como ayer. Hoy he pegado golpes malos, golpes mediocres. Si en este campo te pueden caer bogeys incluso pegando buenos golpes, si pegas malos tienes el borrón asegurado en tu tarjeta. Todos los golpes malos han sido bogeys o dobles bogeys y lo buenos han sido los birdies. Sí, me he dejado alguna por el camino, pero la realidad es que no he jugado tan brillante. El -2 de ayer me supo a poco y con el -1 de hoy me conformo. Dos tarjetas en rojo no está mal y quiero creer que la mejor vuelta está por venir», aseguraba el gallego a Ten Golf.
Campillo, por su parte, tiene sensaciones encontradas. Está jugando bien, pegando sólido, cómodo y con confianza, pero siente que no se está viendo reflejado en el resultado. El 71 de hoy al extremeño le sabe a poco. «Estoy jugando bastante sólido, la verdad, pero por lo que sea parece que me cuesta hacer menos de -2 ó -3. Ayer me fui al agua en el 18 fallando el contacto con el híbrido, que es un palo con el que no me suele pasar. Hoy he decidido no arriesgar, he jugado a colocar con el hierro 7 y he pegado de tercero un pitch a green, por encima del búnker y se ha quedado empotrada. Bogey. Y en el 7 he pegado una mala salida, la he cerrado y, además, ha botado en el camino, injugable, de vuelta al tee. Doble bogey. Después se me han escapado dos buenas opciones en el 8 y 9 y también se me han ido un par de oportunidades de dos y tres metros en el 14 y 15», explica.
Son esas dinámicas en las que el golfista siente que no está exprimiendo su juego en la tarjeta, aunque lo más importante es mantener las buenas sensaciones con el swing. Antes o después, esas dinámicas, si estás jugando bien y sólido, rompen hacia el otro lado. Toca ponerle si cabe más paciencia. Tanto Tarrio, metido de lleno en el top 10, como Campillo, con el corte asegurado de sobra, tendrán dos rondas más para seguir creciendo.
El DLF Golf and Country Club ya se ha cobrado alguna que otra víctima ilustre. Oliver Bekker (+17) ha saltado por los aires con dos vueltas de 80 y 81 golpes. El sudafricano venía de ganar en el Challenge Tour. En cuanto al corte, el +5 está asegurado que entra y no hay que descartar que finalmente acabe entrando también el +6.
