Con el turno matutino de la primera jornada del Open de España ya finalizado, Santi Tarrio (-5) tenía por delante en la clasificación a seis jugadores tras firmar el gallego un buen 66 en el Club de Campo Villa de Madrid. Pues bien, de esos seis jugadores, el que menos le había hecho un parcial de -3 a los tres pares 5 del recorrido madrileño, mientras que Tarrio se había quedado en un simple y llano parcial de PAR…
Naturalmente, hay muchas maneras de hacer la lectura de este dato. La mejor de todas ellas es que el español ha sido capaz de meterse ahí arriba sin haber podido exprimir unos hoyos largos que hoy están de ‘toma pan y moja’, como suele decirse, puesto que al final del día se van a contabilizar en ellos más de 150 birdies y en torno a veinte eagles, a ojo de buen cubero.
Tampoco está nada mal haber comenzado el torneo en la buena onda cuando este jugador estaba hoy estrenando todos los palos de la bolsa: maderas, hierros y wedges. El gallego, según ha explicado, quiere probar de aquí al final de año todo el material que pueda, para afinar todavía más su equipo, de cara a la próxima temporada, la de su estreno en el circuito europeo. En su elección pesará sobre todo el ‘feeling’ que tenga con cada herramienta, más que el posible o probable contrato que pueda surgir con las distintas marcas. Además, Tarrio está convencido de que la prueba decisiva de los palos debe hacerse en competición, “en la calle de prácticas todos parecen muy buenos”, apunta, y es por eso que ha tomado la decisión de utilizar estos últimos torneos del año para poner en juego los que considere oportunos e ir haciendo los pertinentes ‘fichajes’ y descartes.
