«¿Dónde va a llegar Josele? Ganar el Campeonato de Europa es algo muy heavy. En España sólo lo había conseguido Sergio García y ya vemos dónde ha llegado. Con el trabajo que hace y el sacrificio que le pone, puede llegar de verdad muy lejos». Quien habla a Ten Golf es David Puig y se refiere, claro, a Ballester, Josele Ballester, flamante campeón de Europa amateur. Uno de los nombres propios del año del golf español.
Puig conoce muy bien a Ballester. Es uno de los que más horas ha compartido con él en los últimos años. Estuvieron juntos en la Universidad de Arizona State y hoy en día aún comparten piso aunque David se pasó a profesional. Su cuartel general en Estados Unidos es Scottsdale y allí vive con Josele. «La distancia la tiene y casi nadie le puede igualar. Yo pego unos 280 metros de vuelo y él fácil se mueve entre 295 y 300 metros de vuelo. Además, de un tiempo a esta parte ha mejorado mucho el putter. Está siguiendo una nueva rutina pre golpe que le viene genial y está pateando como nunca. Son sus dos puntos fuertes», afirma David.
Sergio García también ha echado horas con Josele y ha compartido con él más de una y de dos rondas de golf de entrenamiento. De hecho, la última, sin ir más lejos, fue antes de irse al Campeonato de Europa. Jugaron una partida de nueve hoyos Sergio y Josele contra Víctor García, padre de Sergio, y Julia Ballester, hermana de Josele, otra jugadora con un talento excepcional que se marcha este verano a Estados Unidos. Sergio y Josele le dieron cuatro puntos a Víctor y dos a Julia y perdieron el partido. «Nos ganaron en el último», puntualiza Sergio.
El campeón del Masters de Augusta en 2017 puede dar buena fe de la pegada de Josele. «Sí, sí, es muy fuerte. Me la pisa por bastante. Le pega muy fuerte y le pega muy bien. Más o menos tiene la distancia de Aldrich Potgetier«, asegura el de Borriol. Potgetier, para los no iniciados, es uno de los jóvenes talentos del golf sudafricano. Ganó el British Amateur el año pasado y lideró en distancia el US Open en Los Ángeles Country Club, con una media por encima de los 303 metros. Los Ángeles, a nivel del mar, no es el lugar del mundo donde más vuela la bola.
Sergio le ve muchas cualidades golfísticas y personales. «Estoy súper orgulloso de él, estuvimos practicando la semana pasada un par de días y lo vi mucho más tranquilo, más en control a diferencia de hace un año o año y medio, muy bien, encantado de que haya ganado, es un logro increíble, estará en el British y ojalá pueda estar con él y juegue una vuelta de entrenamiento», afirma. Sergio, que asegura que, entre bromas y veras, asegura que tiene a Josele en su cabeza para los Fireballs, juega este martes la previa del Open.
Precisamente, Josele ha llegado a ese control con mucho trabajo. Puig asegura que se deja las horas entrenando. «Sí que trabaja, le gusta echarse alguna siesta de vez en cuando, pero se pasa muchas horas, es disciplinado cuando toca, va al gimnasio incluso en España, que a veces te dejas llevar y cuesta, tiene un gran plan y un gran programa que le ayuda muy bien y entrena como yo o más», afirma David, conocido por ser uno de los jugadores que más horas pasa en una cancha de prácticas. Si lo dice él, mucho ojo.
Matt Thurmond es el entrenador que ha guiado los pasos de Josele en Arizona State desde que ingresó en la Universidad. Tiene claro que Ballester es una pegador implacable, pero asegura que su gran virtud es otra. «En realidad, el súper poder de Josele no es su longitud, aunque es un gran punto fuerte, su súper poder es la concentración. Cuando está en lo más alto de su juego mentalmente, tiene la capacidad de estar totalmente metido en cada tiro durante todo un torneo. Tiene una concentración excepcional», asegura a Ten Golf.
Ahora Josele está saboreando las mieles del éxito por su victoria en el Campeonato de Europa, pero no siempre fue todo de color rosa esta temporada. Al principio del curso le costó encontrar su mejor juego. Thurmond tiene claro cuál fue el punto de inflexión y destaca la humildad que demostró Ballester para reaccionar. «Sinceramente, creo que el hecho de que su padre viniera a visitarlo y le viera pasarlo mal fue probablemente el punto de inflexión. Puede que Josele hubiera olvidado un poco quién es como competidor y también lo mucho que cuesta jugar al golf de élite. Su padre fue capaz de recordárselo y Jose tuvo la humildad de escucharlo y de pedirme ayuda abiertamente a mí y a los demás. Básicamente, decidió que ya era suficiente y que era hora de volver a ser él mismo. Desde ese día, ha sido muy difícil vencerle», sentencia.
La victoria de Josele no le ha pillado por sorpresa. «Estoy encantado. Para ganar así de principio a fin hace falta ser un jugador especial, capaz de manejar otro tipo de fuerza mental. No me sorprende. Josele ha ganado muchas pruebas en su vida, pero ésta es una muy importante y me alegro mucho por él», afirma.
Por último, sometemos a un juego a Thurmond, entrenador que ha visto pasar por Arizona State a Jon Rahm, Alex del Rey, David Puig y Josele Ballester. Le pedimos que nos defina a los cuatro con una frase y este es el resultado:
– Jon Rahm: «El mejor jugador del mundo y una fuerza extrema de la naturaleza cuando se trata de competir».
– Álex del Rey: «Está lleno de pureza y pasión. De todos los jugadores a los que he entrenado puede que sea el que más eche de menos tener cerca porque es un tipo increíble que trabaja en equipo y es muy divertido cada día».
– David Puig: «Es un mago alrededor de los greenes y juega con una alegría y una energía hermosas».
– Josele Ballester: «Es un pura sangre. Su bola suena diferente cuando le pega, e internamente es muy intenso y hace las cosas a su manera».