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Pablo Rodríguez Tabernero cuenta desde dentro el triunfo del castellonense en el Europeo amateur

El pelotazo de Josele en el Europeo amateur en cuatro historias

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Josele Ballester - Pablo Rodríguez Tabernero
Josele Ballester y Pablo Rodríguez Tabernero posan con el trofeo del Europeo Amateur. © EGA

Habían jugado alguna vez juntos, pero de poco más se conocían. Y el encuentro, a la vista del resultado final, ha sido un flechazo. A Pablo Rodríguez Tabernero, golfista sevillano que brilló en su etapa amateur, estudió en Estados Unidos y ha dejado de lado los palos pero está trabajando en el mundillo, le propusieron ser el caddie de Josele Ballester en el British amateur y justo después en el Campeonato de Europa Amateur. Aceptó. Y acertó al coronarse como campeones continentales en el Pärnu Bay Golf Links de Estonia. Un hito que sólo había logrado otro español: Sergio García. El premio extra es su billete para The Open del 20 al 23 de julio en Royal Liverpool, donde Pablo también le llevará la bolsa.

El sevillano relata cuatro historias de dentro y de fuera del campo que reflejan cómo se forjó el triunfo del joven castellonense de 19 años, cómo es su carácter y define a la perfección el brutal talento de Josele. De calidad va sobrado y de pegada, mejor. «Le pega una barbaridad y no sólo con el drive, con el que puede hacer 320 metros, sino con los hierros. En el British me pidió un hierro 7 a 190 metros del hoyo y le digo ‘tú estás loco’, pero de eso nada porque llevaba razón, le pegó y llevó la bola a la altura de bandera. Ése era el palo, aunque, claro, yo lo comparo conmigo y no daba crédito», recuerda Pablo, quien alucinó con lo bueno que es Ballester en todas las parcelas: «Es muy bueno, lo tiene todo. Tiene una pegada que no sé cuántos jugadores incluidos los del Tour se la pisarán, es descomunal. Y estas dos semanas ha pateado que ha dado miedo. No veo nada en lo que cojee y lo tiene todo para llegar muy lejos, aunque obviamente tiene cosas que perfilar porque este mundo es muy complicado».

Otro relato que retrata bien a Josele es su tranquilidad. Pese a lo extraordinario del triunfo en Estonia, no se inmuta, aunque evidentemente estaba muy feliz. Nada más celebrarse la entrega de trofeos, el golfista y el caddie se montaron en el coche camino de Tallín, a poco más de dos horas de trayecto, y en la soledad del viaje, con los dos cansados, ocurrió esto: «Allí estábamos los dos en el coche y hubo un momento en el que lo miro y le digo: ‘Tú no eres consciente de que la acabas de liar, ¿no?’. Y él no sabía muy bien qué contestar, me sonrió y me dio un puño en plan ‘lo hemos hecho’. Creo que nos vino muy, muy bien la semana del British amateur para conocernos bien y después en Estonia ha sido un no parar de bromas, de meternos el uno con el otro y ese ambiente distendido, ese pique y esas risas nos han venido muy bien para no estar tan metidos en el torneo», apunta el caddie.

Otro momento clave que vivieron fue el segundo día en el Europeo. Hubo un parón de cuatro horas por tormenta. Jugadores y caddies se refugiaron en la casa club. Y Rodríguez Tabernero perdió de vista a Josele. «Yo no sé lo que hizo porque desapareció, no estaba allí con todos, no sé si se fue solo a jugar con el móvil o lo que fuera, estaba a otras cosas. Pues bien, cuando se reanudó el juego volvió como una moto. Hizo cinco birdies seguidos, estaba jugando de locos y en los últimos nueve hoyos los acabó con -6 pero pudo ser -8, en serio, no exagero», asegura. Ballester estuvo a su bola, se entretuvo solo sin necesidad de estar rodeado de compañeros y luego no paró de embocar birdies…

Más. El jugador de Arizona State fue líder de cabo a rabo en el Europeo. El primer día se encaramó al liderato con -10 junto al también español Alejandro Aguilera, que se cayó el segundo día y llegaron otros después que también resbalaron. Todos menos Josele, a quien le valió un parcial de uno sobre par en la última ronda para vencer gracias al colchón adquirido antes. El castellonense no quería saber nada de los resultados en la última vuelta. Nada es nada. Dicho y hecho. Pablo apenas miró la tabla, salvo a mitad de vuelta. Y no dijo ni mu. «Estuvimos hablando sobre la presión cuando volvíamos a España. Los dos esperábamos estar mucho más tensionados y agobiados, y qué va. Obviamente hay nervios y mucho más el último día, pero Josele no sabía ni cómo iba. No quería estar pendiente de nada. El único momento en el que él supo que iba ganando fue en el 18, cuando la metió en green y tenía un putt de cuatro metros para par. Tenía un margen de tres golpes para llevarse el torneo y le dije ‘disfruta’. Me preguntó por cuánto íbamos ganando y le contesté que por tres. Ése fue el único momento en el que supo algo. Eso sí, luego en las declaraciones comentó que en el último putt se había acordado de Gordon Sargent y yo no sabía esa historia de que se le salió de dentro la bola en el 18 en el US Open. Y le dije que vaya tela el pensamiento que tuvo cuando estaba a punto de ganar, jajaja». Así es Josele Ballester visto desde dentro por Pablo Rodríguez Tabernero. Los dos irán a Royal Liverpool en un par de semanas para «disfrutar como dos niños chicos». Ojalá se diviertan en el estreno en un Major del castellonense.