No está recogido oficialmente en el Libro Guinness de los Récords, pero extraoficialmente se puede considerar el putt más largo que se ha embocado nunca en la historia del golf. Su autor fue Brad Faxon y ocurrió unos días antes de la Ryder Cup de Valderrama.
Hizo de hoyo una taza de té vacía y el campo de golf fue el avión que trasladó al equipo americano hasta el aeropuerto de Málaga para enfrentarse a Europa, dirigida aquel año por el gran Seve Ballesteros. El putt recorrió 13,7 kilómetros y, obviamente, tiene truco.
Las confesiones de Adam Hayes, caddie de Jon Rahm, durante la cuarentena
Aquella historia partió de la mente calenturienta del piloto del Concorde que llevó al equipo americano a Andalucía. Desafío a los jugadores a tirar un putt por el pasillo del avión, de punta a punta, en pleno vuelo. Faxon lo metió en el segundo intento. Lo tiró lo más suave que pudo para que la bola estuviera el mayor tiempo posible en movimiento mientras avanzaba el aparato ultrasónico. Recorrió 36,6 metros de pasillo (que ya tiene mérito) y se calculó que durante los 23 segundos que tardó la bola en entrar en la taza, el Concorde, a una velocidad de 2.140 kilómetros por hora, avanzó 13,7 kilómetros.
Análisis: McIlroy decide el skins benéfico con un golpe de 1.100.000 dólares
Aquello fue el gran momento del equipo americano en esa Ryder Cup. Después, caerían ante Europa en una edición memorable en Valderrama por 14,5 a 13,5. El avión, por cierto, tardó tres horas y 25 minutos en cubrir la distancia entre Nueva York y Málaga.
El 90 por ciento de los campos de la Costa del Golf abren en la Fase 1
Si nos vamos al Libro Guinness de los Récords, el putt más largo oficialmente registrado se produjo en 2017 en el recorrido Point Walter. Fue obra del artista del trick shot Brett Stanford. Embocó un putt de 120 metros. Sin trampa ni cartón Aquí tienen el vídeo…