Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Nos ‘colamos’ en el laboratorio de Bryson DeChambeau
Acompañamos nueve hoyos al 'búfalo' y les contamos todos los datos de sus bombas

Nos ‘colamos’ en el laboratorio de Bryson DeChambeau

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Bryson DeChambeau pega el driver en el hoyo 14 del Royal Green and Country Club de Arabia. © Ten Golf

Unas veinte personas se arremolinan en el tee del hoyo 10, sacan sus teléfonos y se ponen a grabar. Entre ellos hay varios jugadores del European Tour, Nacho Elvira y Francesco Laporta, por ejemplo. Algo importante se cuece. Llama la atención porque no hay público en el Royal Greens Golf and Country Club de Arabia. El año pasado y el anterior ya se contaban con los dedos de una mano los aficionados que seguían los partidos, por lo que se pueden imaginar el ambiente en 2021 en mitad de la pandemia y con el torneo inmerso en una burbuja. No hay nadie más allá de algunos vips privilegiados, valga la redundancia.

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En el tee del 10 está Bryson DeChambeau, cómo no. No hay un jugador en el mundo que reciba ahora mismo más atención que él. La brisa sopla a favor y con el silencio reinante casi se puede escuchar entre los que esperan el golpe un bramido desde el interior de sus cabezas: «driver, driver, driver, driver, driver…». Como si fuera la arena del coliseo romano y el público estuviera pidiendo sangre. DeChambeau se lo piensa y lo debate con su caddie, pero no defrauda. Agarra el driver con ese grip jumbo que más parece estar sujetando un bate de béisbol que un palo de golf. Se retuerce y la descose mientras los clavos de sus zapatillas surcan el suelo. «Vaya h….. le ha dado, ¿no?». Impresiona. No hay duda.

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Acompañamos a DeChambeau los nueve segundos hoyos de su Pro-Am. Analizamos sus bombas. ¿Realmente juega otro campo con sus distancias? Trataremos de comprobarlo. Vengan con nosotros si les apetece este viaje.

La primera en la frente. Su drive en el hoyo 10 busca el green. El hoyo tiene 330 metros y la pone en el búnker de la izquierda. Una cuestión de línea. Cinco metros más a la derecha y la hubiera puesto de uno en el green. Tony Finau, otro bombandero, la había puesto media hora antes veinte metros más corto. La distancia oficial con el libro son 355 yardar. Pues eso, 325 metros.

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El hoyo 11 es par 3. Pasamos al 12. Sopla la brisa a favor. No es vendaval, ojo, pero ayuda. Este es el único hoyo donde decide no pegar el driver. Agarra la madera 3, con el mismo grip para manos de gigante. La pica en el rough, por encima del búnker de la derecha. Son 306 metros casi de vuelo con la madera 3, ya que la bola apenas ha avanzado en la hierba alta.

El hoyo 13 es una salida muy delicada. Hay agua en toda la parte derecha y por la izquierda hay búnkers estratégicamente bien colocados y el desierto un poco más a la izquierda. Salida descomunal de DeChambeau. Recta como una vela. Asombra. Al centro de la calle. Miramos en el libro. Ha hecho 310 metros con brisa en contra.

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El hoyo 14 discurre en la misma línea que el 13, también con el viento en contra, por tanto. Aquí DeChambeau pega cuatro drives. El primero ya está en calle, pero está probando otras líneas para el torneo. 318 metros. Ni ve los búnkers de la derecha. Todos los golpes, por cierto, los mide con el foresight, como Phil Mickelson ayer. No sólo repite el tiro cuando no caza la calle, hay veces que la bola reposa perfecta en el fairway, pero tira otra porque no le han gustado los números que le ofrece el simulador.

Llega el hoyo 15. Hay ganas por ver su decisión. ¿Tirará a green por encima del desierto y engullendo el dog leg a la izquierda? Hay viento en contra y está soplando más fuerte. No ayuda. Tira dos bolas. La primera coge una línea menos agresiva y la pone a 306 metros, en el primer corte de rough. Le quedan 80 a bandera. Tira un segundo drive de práctica buscando el green. No llega, pero no crean que le falta mucho. Acaba en el desierto, a unos 30 metros del hoyo. Si el viento ayuda apostaríamos a que lo veremos tirar a green esta semana.

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El hoyo 16 es par 3 y el hoyo 17 también se puede alcanzar de uno. Son 320 metros. Este golpe, sin embargo, no lo empala. Pega el driver y hace ‘solo’ 306 metros. Se queda corto de green. No le ha gustado, pero no lo repite. Por ejemplo, está más corto que Dustin Johnson ayer, que alcanzó el búnker de green. Eso sí, cuando jugó el Número 1 había más viento a favor.

Terminamos este serial de bombas de DeChambeau en el hoyo 18. De nuevo la aprieta… Siempre la aprieta. Se marcha al rough de la izquierda. Son 312 metros, de nuevo de vuelo. Ni que decir tiene que caza el green de dos, aunque el viento está soplando con ganas, ahora sí, de la izquierda y en contra y pega desde el rough.

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El balance de este viaje entre las bombas de DeChambeau es extraordinario. Es asombroso lo recto que le pega con la violencia que imprime a su swing. En el inicio bufa como un toro antes de arrancar con el backswing. Es el comienzo de la estampida. Ha cogido tres calles, un primer corte rough y tres rough. La pelota más desviada es la del hoyo 18 y está a poco más de seis metros de la calle por la derecha. Ni tan mal…

De los seis pares 4 que ha jugado, sólo en dos de ellos tenía un segundo golpe de más de 100 metros y el más largo, el del 13, era de 140, lo que para él es un pitching wedge sin apretar. Quizá este dato es el más llamativo: en cinco de los siete hoyos largos que ha jugado ha tirado el segundo, o tercer golpe en el caso del hoyo 18, par 5, a menos de 100 metros del hoyo. Es una ventaja. Se mire como se mire.

Claro que, como siempre hemos dicho con DeChambeau, aquí no se trata sólo de tirar bombas, después hay que tener el juego suficiente para aprovechar esa distancia. Y el campeón del US Open lo tiene. Aún más espectacular que los metros que hace desde el tee, es la efectividad que tiene con los hierros. De los nueve hoyos que hemos seguido con él, ha tirado para birdie desde menos de cinco metros en siete ocasiones. El único green que no ha cogido ha sido el del 13 y ha firmado una recuperación sencilla.

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Ha hecho cuatro birdies en los hoyos 10, 14, 15 y 18. Parcial de cuatro menos en nueve. El búfalo está preparado para el asalto al Saudi International. Damos fe de ello.