Samuel del Val (-10) saldrá por primera vez en su carrera en el partido estelar en una tercera jornada del European Tour. El jugador vasco, criado golfísticamente en el campo murciano de Altorreal, es la gran revelación de este Mutuactivos Open de España. Un auténtico trotamundos del golf, capaz de irse a jugar a China a principios de temporada y de buscarse el pan donde exista una oportunidad. Ha jugado en veinte torneos en las últimas 23 semanas, por lo que llegó a Madrid con la luz de la reserva encendida.
Un despiporre único y brutal
Del Val tiene mucho golf en sus manos. Hace birdies y es capaz de firmar vueltas muy bajas. Cuando se mete en un carrusel de aciertos no tiene miedo y eso lo hace muy peligroso. Mucho más si ocurre como esta semana, donde realmente tiene muy poco que perder y mucho que ganar. El golf le ha sido esquivo de manera cruel muchas veces, pero él siempre ha respondido con una sonrisa, la cabeza alta y trabajando al día siguiente… o cogiendo un avión. Es la sorpresa agradable de este Open de España. Un jugador que se merece las cosas buenas que le pasen.
Del Val llegó al Club de Campo sin expectativas. El miércoles admitía que el campo no terminaba de entrarle por el ojo. No se sentía cómodo, demasiado exigente desde el tee, un trazado para jugar muy ordenado. Después de 36 hoyos ha hecho sólo dos bogeys. Misión cumplida, aunque hay que seguir.
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La tranquilidad del golfista vasco es absoluta. Es consciente de que sólo le vale ganar y hasta se toma con humor la posibilidad de que un top ten le abra las puertas para jugar el Open de Francia. “Bueno, yo creo que después de cuatro meses fuera de casa, si entro en Francia me van a poner las maletas en la puerta”, aseguró entre risas.
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Lo que son las cosas y las vueltas que pueda dar un torneo de golf. Nada es absoluto, ni cierto. Samuel confesaba el miércoles que le hacía una ilusión tremenda jugar el jueves y el viernes con Brett Rumford. El australiano es un mago alrededor de green y el español quería ver sus dotes. Pues bien, hoy, cuando han terminado de jugar, ha sido Rumford el que le ha dado un abrazo, lo ha felicitado y le ha pedido hacerse un ‘selfie’.
