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Samuel del Val y Azahara Muñoz nos descubren cómo es Cristóbal del Solar tras su histórica ronda en Bogotá

Descubriendo al último Mr. 57: un ‘swing a lo Furyk’

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Cristóbal del Solar posa con la tarjeta de 57 golpes firmada este jueves en Colombia.
Cristóbal del Solar posa con la tarjeta de 57 golpes firmada este jueves en Colombia. (Photo by Hector Vivas/Getty Images)

Cristóbal del Solar se ganó este jueves la portada de todos los medios de golf del mundo. No era para menos. Su vuelta de 57 golpes, trece bajo par, en la primera ronda del Astara Golf Championship (Korn Ferry Tour), así lo merecía. Una tarjeta histórica. Jamás se había visto algo así en un torneo sancionado por el PGA Tour, mientras que el golf profesional en toda su extensión apenas había registrado otro 57 oficial por obra del irlandés David Carey en un torneo del Alps Tour en 2019. El matiz a favor de Del Solar es que él lo hizo en un par 70, mientras que Carey lo firmó en un par 68. Lo hizo, eso sí, colocando bola.

Cristóbal del Solar es un chileno de 30 años, nacido un 11 de octubre en Viña del Mar y que lleva dos temporadas en el Korn Ferry Tour después de forjarse una carrera a cara de perro durante cinco años entre el PGA Tour Latinoamérica y el PGA Tour de Canadá. Su palmarés no es poca cosa. Tiene cuatro victorias en el Latinoamérica, la tercera división del PGA Tour, pero le falta dar el salto a la primera división. No estuvo lejos de hacerlo el año pasado y es el objetivo ineludible para 2025.

Estos son los datos fríos que definen su carrera, pero queremos saber un poco más de él. Contactamos con dos personas que lo conocen muy bien. Son Azahara Muñoz, habitual compañera de entrenamiento, y Samuel del Val, que coincidió con el chileno en sus inicios en el Latinoamérica y trabaron una muy buena amistad.

A Del Val lo cazamos trabajando en su oficina. Juega menos al golf de lo que le gustaría, pero no lo olvida, tiene claro que va a seguir compitiendo. Por supuesto, sigue íntimamente ligado a su deporte favorito. Es uno de principales embajadores de inOne, una plataforma tecnológica que aporta todas las herramientas necesarias para el desarrollo y la mejora de la gestión de un club de golf. Entre papeles, pantallas y llamadas de teléfono atendiendo a clientes no ha tenido de tiempo de conocer la gesta de Del Solar. Le informa Ten Golf y se lleva una alegría sincera. «Me alegro mucho porque es un tío muy majo, magnífico, me llevo muy bien con é, aunque hace tiempo que no estamos tanto en contacto», asegura.

Coincidieron por primera vez en las dos primeras vueltas del Open de Argentina de 2018, en el recorrido de Pilará. Del Val acabó aquel torneo en el top 25 y Del Solar falló el corte. 36 hoyos de golf fueron suficientes para que la amistad cuajara. Lo primero que le cuenta a Ten Golf, a bote pronto, es que «tiene un swing a lo Furyk. No es que se parezcan en la forma de hacerlo, pero Cristóbal tiene también un estilo muy particular», asegura Samu. Curiosamente, la anterior vuelta más baja de la historia en un torneo sancionado por el PGA Tour hasta lo que hizo ayer Del Solar, era de Jim Furyk: 58 golpes en el Travelers Championship de 2016. Pues igual, no es casualidad. No importa cómo lo haces, sino cuántas haces.

Rápidamente, Samuel matiza. El vizcaíno, asentado ahora en la provincia de Cádiz, asegura del chileno que «siempre ha jugado muy bien al golf, muy consistente, y su juego corto es espectacular. Su approach y putt es impresionante».

Azahara Muñoz lo ratifica al vuelo después de muchas sesiones de trabajo juntos a las órdenes del entrenador Edo Miquel, compatriota de Cristóbal. «Plantea las cosas muy simples y por eso le está yendo tan bien en estos últimos años. Desde que está con eso ha mejorado muchísimo el swing, le está pegando mucho más fuerte y sí, es muy sólido. Cuando he jugado con él siempre me ha impresionado lo bien que le pega y patea genial», asegura la malagueña, residente en Palm Beach Gardens, Florida, como Mr. 57.

La golfista española, que ya ha jugado el primer torneo de la temporada del LPGA Tour y está preparando ahora la gira asiática, coincide con Samuel al hablar de Cristóbal como persona. «Hombre, nunca hubiera pensado que alguien haría 57 golpes, pero la verdad es que se lo merece. Es un tío espectacular. Siempre con una sonrisa, positivo, trabaja mucho y muy bien», resume.

El escenario de la hazaña también tiene su aquel. Del Val lo conoce porque ha jugado allí más de una vez. «El Country Club de Bogotá tiene dos campos. Yo nunca he jugado Los Pacos, donde lo hizo Cristóbal, pero sí Los Lagos, que está al lado. Son muy parecidos. Campos estrechos, con mucho árbol y greenes pequeños. La clave está, sin duda, en la altura. Vienes de jugar en Panamá y Bahamas al nivel del mar y de pronto te sueltan a casi 3.000 metros de altura. Es otro golf. De lunes a miércoles te ves a todos los jugadores haciendo cuentas con el trackman para saber cuánto vuela la bola. Si tienes una altura de vuelo constante, no es tan difícil adaptarse, pero si te gusta cambiar las alturas, como me pasaba a mí, se te complica más. A mí nunca se me dio bien ese campo, el de Quitó, León… Para que los aficionados se hagan una idea, con esa altura vuela lo mismo un hierro 7 alto que un 6 medio o un 5 bajo. Con las maderas puede volar hasta un 14% más la bola… La principal dificultad es mentalmente. No es fácil estar a 200 metros del objetivo con un hierro 7 abierto y saber que ese es el palo», afirma.

PD: Un matiz barriendo para casa y dándole al César lo que es del César. En golpes totales, la tarjeta de 57 de Del Solar se coloca en la primera posición del golf profesional junto a la de Carey, pero en relación al par la más baja del golf profesional sigue siendo la de Alejandro del Rey y su -14 en Suiza en octubre de 2021 (58 golpes en un par 72).

¡Histórico Alejandro del Rey! 58 golpes en el Swiss Challenge