Javier Ballesteros lleva un tiempo mordiéndose la lengua. Al hijo mayor de Seve, el genio de Pedreña, no le entran en la cabeza determinadas cosas que tienen que ver con la figura, el recuerdo y el legado de su padre. Se encuentra en conversaciones con Keith Pelley, jefe ejecutivo del Circuito Europeo, para hacer algo emblemático, que perdure en el tiempo y que de alguna manera refleje la extraordinaria influencia que el cántabro ha tenido en el crecimiento del golf a este lado del Atlántico. Es algo que se está cociendo a fuego lento y que les contaremos un poco más adelante en esta misma historia.
Hablando precisamente de estas conversaciones con Pelley, Javier abre un paréntesis en la charla con Ten Golf, quiere desahogarse y lo hace. Es honesto y directo. «Tengo una espina clavada desde hace tiempo con la Real Federación Española de Golf. Es un tema que me lleva rondando la cabeza hace tiempo y lo quiero decir. Es probable que llegue el día que Jon Rahm supere los logros de mi padre y yo seré el primero en alegrarme porque conozco bien a Jon y si grande es dentro del campo, mucho más fuera de él… Y no es poco porque dentro del campo es jodidamente bueno. Sin embargo, el 7 de mayo se cumplieron 11 años del fallecimiento de mi padre y echo de menos un gran homenaje por parte de la Federación Española. Es algo que me entristece», afirma a tumba abierta.
Javier deja claro que el lamento nada tiene que ver con la figura de Rahm, más bien al contrario. Nadie mejor que Jon para continuar con la gigantesca leyenda de su padre. Simplemente, no entiende que en España, en la institución que debe velar por el golf en nuestro país, no se haya hecho nada especial para recordar para siempre su figura. «Siempre se ha dicho que a mi padre se le ha reconocido más fuera de España que dentro. Después de fallecido, el Royal and Ancient le hizo un precioso homenaje en el Open, con mucho cariño, y me parece lamentable que la Federación Española no haya hecho nada. Lo único que hicieron fue darme una placa en la gala del golf español que se organizó no sé si el mismo año de su muerte o al año siguiente. Me parece lamentable. Lo tengo que decir. Me parece indignante. Lo digo como lo siento», afirma rotundo.
El primogénito de Ballesteros no ha hablado de este tema con la nadie de la Federación. Considera que no ha lugar. «No creo que nosotros tengamos que ir mendigando nada. No es por orgullo ni nada de eso, porque yo no soy alguien orgulloso, creo que es algo que debe salir de ellos. Nos parece algo evidente. Mi padre se merece algo por su trayectoria, su apoyo al golf profesional, la creación de campos públicos… No entiendo que no se le haya ocurrido algo a alguien de la Federación», asegura.
Javier, por otro lado, también matiza la intención de sus palabras para que no haya dudas. «Esto no es un ataque a la Federación, simplemente es que no lo entiendo porque creo que se lo merece. Es algo que me ronda la cabeza desde hace años y ahora lo quiero decir», señala. Es pena y perplejidad.
Javier deja también claro que se trata más de un gesto, de una muestra de cariño, respeto y consideración. «No estamos hablando de otra cosa, no sé si la palabra exacta es homenaje o qué sé yo, es algo que recuerde su figura, lo que hizo y que perdure en el tiempo, que sea emblemático, que defina de algún modo quién fue y lo que hizo», afirma.
Eso es precisamente lo que está trabajando con el Circuito Europeo. Javier se reunió con Keith Pelley el martes del Acciona Open de España en Madrid. El encuentro duró alrededor de media hora. El tema de fondo era la Hero Cup, el torneo que recuperará el Seve Trophy el próximo año en el calendario del DP World Tour y en el que, de momento, la familia Ballesteros no está involucrada. «No se trata de ponerle al torneo el nombre de mi padre porque sé cómo se mueve esto. Hero ha puesto el dinero y es quien debe poner el nombre. Mis quejas fueron más por las formas, ya que contactaron con nosotros muy poco antes de anunciarlo. No nos gustaron las formas y Pelley se disculpó», explica.
En este sentido, se iniciaron las conversaciones para que Seve Ballesteros tenga el lugar que se merece en el Circuito Europeo. «Le dije a Pelley que pensamos que mi padre se merece un torneo del Circuito Europeo con su nombre. Un torneo importante. Sé que pedir es muy fácil y después no es tan sencillo hacer las cosas, pero nos gustaría que el torneo de Wentworth, el BMW PGA Championship, llevara el nombre de Seve de alguna manera. Pelley me dijo que lo iba a estudiar y habló también de la posibilidad de que fuera el Open de España. Quedó en volver a contactar conmigo a final de año para hacernos alguna propuesta», afirma.
Mientras su estudia esta posibilidad, la familia Ballesteros tampoco descartar estar involucrada de alguna manera en la Hero Cup. «Veremos qué se puede hacer. Nos gusta la idea de Wentworth porque es un gran torneo, va a estar siempre, es la semana de los jugadores y en un sitio donde mi padre ganó seis veces, pero ya se verá. Tampoco corre prisa. No queremos que pase mucho tiempo sin que se haga nada, pero tampoco hay que correr, queremos que se haga bien. Sin prisa, pero sin pausa», sentencia.
