No conocía el campo y sus sensaciones no están siendo las mejores. Eso dijo David Puig (-12) después de su espléndido comienzo, siete menos, en The Greenbrier el viernes. ¿Sería flor de un día su tarjeta? Ni mucho menos. Cierto que el campo situado en White Sulphur Springs, en Virginia Occidental, es goloso y ofrece oportunidades acá y allá. Pero sin duda uno de los dos jugadores que ha aprovechado más las bondades del recorrido es el español, que aguantó el mano a mano en la segunda jornada de la primera de las tres citas consecutivas de LIV Golf en Estados Unidos.
Puig y Matthew Wolff, dos de las jóvenes promesas que dieron el salto hace año y poco a la gira saudí, dominan el cotarro con doce menos y saldrán mañana en el partido estelar en busca de su primera victoria en LIV. El catalán de 21 años lleva un último mes y medio de altos vuelos, desde el US Open (39º) a Valderrama (5º), y aquí está dejando su sello para dominar el torneo por primera vez desde su llegada a este circuito. Ocho birdies y un bogey firmó en su estreno en The Greenbrier y seis y uno anotó en su segunda tarjeta, un gran resultado que permite al más mozo de los 48 jugadores en nómina soñar con dar la campanada en los últimos 18 hoyos. Se le está cambiando la carita aniñada por una de auténtico killer.
Alguien que ha sido cuarto en un PGA Championship y segundo en un US Open no puede ser un tuercebotas. Eso logró Wolff con sólo 21 añitos (la edad de Puig ahora), aunque la consistencia y él no casan bien, de ahí la rajada de su capitán, Brooks Koepka, hace poco más de un mes por su bajo rendimiento. La reivindicación del jugador de Oklahoma State está aquí. Él insiste en que esto es golf y hoy juegas bien y mañana no, pero de momento ahí anda, primero junto al golfista de La Garriga, Tras el -9 inicial, quizás sabe a poco las tres menos que hizo este sábado porque había mucho birdie en el campo, aunque no perdió la compostura ni el liderato.
Ahora bien, por detrás viene una legión de soldados con ganas de chafar el duelo de Puig y Wolff. Muy arrimado hay un trío en el que, cómo no, está Talor Gooch (-11), emperrado desde su triunfo en Adelaida en darle un dolor de muelas a Zach Johnson para que lo elija en el equipo yanqui de la Ryder Cup; y no por su victoria en Australia, sino porque después llegaron las de Singapur (Sergio García perdió el desempate) y la de Valderrama (menudo putt final en el 18). Ahora va a por el póquer en la misma temporada y a ver qué decide el capitán de las barras y estrellas… Hay que remarcar que se ha anotado 11 birdies y ningún bogey en 36 hoyos.
Los otros dos son Richard Bland, siete birdies sin fallo hoy, y Bryson DeChambeau, a quien le dio por sacar de las chistera uno, dos, tres… hasta nueve birdies para igualar la tarjeta de Wolff del día antes: 61. Pero no se vayan todavía, pues cuatro golfistas más marchan también en dobles dígitos (-10): Brandon Steele, Harold Varner III, Branden Grace y Mito Pereira. Así que la batalla dominical promete ser dura.
Sergio García (-5) se ha habituado a arrancar endeble y si el viernes abrió la veda con dos bogeys, este sábado lo hizo con uno en su segunda bandera. Y ya centró su vuelta con cinco aciertos que lo dejaron en la posición 24ª. Eugenio López Chacarra (-2), en cambio, no pudo adelantar posiciones tras sumar tres birdies y dos errores.
Los chicos de Torque (nunca mejor dicho porque son los más zagales con diferencia) controlan la clasificación por equipos con -34. El buen hacer de Puig fue mejorado por el de Mito Pereira (-8 hoy) y Sebastián Muñoz (-6). Los sudafricanos Stinger (-30) pueden pelearles la victoria, y ya los siguientes rivales aparecen demasiado alejados con -26.
