Ally Ewing se ha convertido en la primera campeona del Bank of Hope LPGA Match Play, torneo de nueva creación del LPGA Tour que se ha disputado durante cinco largos días en el recorrido Shadow Creek de Las Vegas. La golfista norteamericana, conocida como Ally McDonald antes de contraer matrimonio el año pasado, y presente en la última Solheim Cup bajo este apellido, derrotó a la alemana Sophia Popov en la gran final por 2 y 1. El duelo bien pudo ser un anticipo de lo que nos vamos a encontrar en la próxima Solheim, puesto que tanto Ewing como Popov parecen seguras en las escuadras de Estados Unidos y Europa.
Espantada de Shanshan Feng en el LPGA Match Play tras perder las semifinales
Ewing mandó siempre en la final. Un buen arranque con dos birdies en seis hoyos, unida a una floja puesta en escena de Popov, le permitió coger una ventaja que ya no perdería en todo el mano a mano. No fue una buena final. La norteamericana, de 28 años, venció con un acumulado de +2 sobre el par, mientras que Popov hizo +5 con dos solitarios birdies en un campo muy exigente.
El momento clave de la vuelta llegó en el hoyo 14. Popov estaba mejor situada para birdie, sin tener una opción muy clara, pero Ewing embocó un putt de más de 18 metros. Fue un mazazo terrible, ya que se ponía de nuevo dos arriba con cuatro hoyos por delante.
Opinión: Y entonces, ¿en qué quedamos?
El partido se decidió en el hoyo 17. Ambas empataron con doble bogey… Un claro reflejo de lo larga que se le ha hecho la semana a todas las jugadoras y que se hizo patente también con la retirada de Shanshan Feng antes de salir a jugar el partido de consolación. En el hoyo 17 Ewing se marchó al agua de salida y la bola de Popov se quedó clavada en un búnker.
Sea como fuere, Ewing se proclama primera campeona del LPGA Match Play, único torneo de la temporada que se disputa con este formato, aunque la cita será recordada más por las polémicas de Carlota Ciganda y su sanción por juego lento del primer día y la espantada de Shanshan Feng el domingo que por la final.