Carlota Ciganda (PAR) se agarró con uñas y dientes al sinuoso Inverness Club de Toledo, en Ohio, para entregar una tarjeta muy luchada de 74 golpes y dejarse al menos una puerta entre abierta al triunfo en el regreso de la competición del LPGA Tour. La golfista navarra se encuentra a un golpe del top ten y a cinco de la cabeza, compartida por la francesa Celine Boutier (-5), la inglesa Jodi Ewart (-5) y la norteamericana Danielle Kang (-5). Obviamente, el desafío de Carlota no es nada sencillo si quiere conquistar el LPGA Drive On Championship, pero las condiciones del terreno invitan a pensar que aún es posible.
Carlota Ciganda brilla en el reestreno ‘trampa’ del LPGA Tour
Este reestreno del LPGA tras el parón por COVID-19 ha llegado disfrazado de US Open. Las condiciones del sábado fueron aún más duras que el viernes. Apenas nueve jugadoras lograron ganar al campo y sólo dos consiguieron bajar de 70 golpes. A falta de 18 hoyos quedan únicamente doce golfistas bajo par y todo hace indicar, si se mantienen las mismas condiciones, que acabaran menos de diez. Estas dificultades y tensión es lo que invita a pensar que aún pueden pasar muchas cosas en la última ronda. Si Carlota es capaz de bajar de 70 golpes en la jornada final estará en la pelea por ganar el torneo. Se ha difícil pensar que se pueda ganar incluso con el resultado que ahora mismo sirve para liderar el torneo.
En cualquier caso, bajar de 70 golpes no es nada sencillo en este escenario que el año que viene acogerá la Solheim Cup. Hay que jugar de manera excelsa de tee a green, como Boutier, que el sábado cazó 14 de las 15 calles, o como Ewart que presentó unos números espectaculares de 13 calles y 13 greenes. Todo pasa por ahí y por un día muy iluminado con el putt.
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Azahara Muñoz (+2) firmó el mismo resultado que el viernes, 73 golpes, aunque de una manera diametralmente diferente. Si el primer día fueron 17 pares y un solo bogey en su tarjeta, una ronda de las que se califican como sosas, el sábado el balance fue de subirse al látigo en un parque de atracciones: cuatro birdies, tres bogeys y un doble bogey. Sea como fuere, con más o menos movimiento, la golfista de San Pedro de Alcántara está sabiendo firmar buenas tarjetas y pelear los resultados. Aún puede sacar mucho petróleo en este primer torneo. El top ten lo tiene a sólo dos golpes.
La cruz del día fue para Beatriz Recari (+8). La navarra fue atropellada por la dureza del campo. Entregó una tarjeta de 78 golpes y falló el corte. Por cierto, un corte que terminó situado en +6, otro ejemplo de la pinta de US Open que se le ha puesto a este LPGA Drive On Championship.
