In Gee Chun ya tiene su propio cuento de hadas. La risueña coreana de 21 años ha conquistado el US Open en su primera participación. Chun, Chun, Chun… Sin más historias. Lo que se aventuraba como un espectacular mano a mano entre Amy Yang y Stacy Lewis se convirtió finalmente en la consagración de una nueva estrella del golf coreano y mundial.
Chun ganó porque fue la mejor en la última jornada. Firmó 66 golpes, la mejor tarjeta del domingo y la mejor suya del torneo, y se impuso con un golpe de ventaja sobre Yang y tres sobre Stacy Lewis e Inbee Park. Así, como hoja de presentación para ganar tu primer major, no tiene mala pinta.
Chun fraguó su victoria en el tramo final de la vuelta. Enlazó tres birdies en los hoyos 15, 16 y 17 que dejaron casi sin respuesta al resto. La coreana hacía birdies, sonreía y saludaba al público. Como si estuviera en el jardín de su casa jugando a la Wi.
Hay que darle todo el crédito a su triunfo y la lucha sin cuartel de Yang. Es la cuarta vez que sale en el partido estelar del US Open en los últimos seis años y la cuarta vez que se queda sin el premio gordo. Eso sí, hoy no se le puede poner ni un peor. Fue el día con más altibajos de la semana, pero su manera de apretar al final, cuando ya casi estaba todo perdido fue apoteósica. Hizo eagle en el 16 y birdie en el 17 para decirle a Chun que la partida no había terminado y se la jugaron al hoyo 18.
La bestia dictó sentencia. Ninguna cazó la calle de salida y así el par se ponía muy cuesta arriba. Desde el rough no había opción de llegar a green. Ambas tuvieron sendos putts de unos cinco metros para salvar el par, pero las dos fallaron. La ventaja de un golpe de la joven Chun le dio el triunfo en su primer US Open y su octavo torneo en el LPGA Tour. Ni siquiera tiene la tarjeta del circuito americano. Ahora ya sí. Chun no ha sido una aparición por generación espontánea. Ha jugado el US Open porque está entre las mejores del poderoso circuito coreano, donde ya ha ganado y atesora top ten como el que fabrica churros. Además, llegó al US Open en el puesto 20º del ranking mundial y perdió en el desempate el KEB Hanabank LPGA en 2014.
Curiosamente, Chun jugó las dos primeras jornadas con Azahara Muñoz. La malagueña, que terminó con una vuelta de 72 golpes, en el puesto 32º y con la sensación de que podía haber estado en la pelea de haberse hecho a la velocidad de los greenes, se quitaba el sombrero con la nueva campeona del US Open: «Es muy buena, muy fina. Tiene un swingnazo y una actitud increíble. Me gusta mucho», aseguró a Tengolf.
Chun fue una niña prodigio en las matemáticas hasta que un buen día decidió dejarlo todo por algo en lo que también era prodigiosa: el golf. Era su auténtica pasión. Ahora más que nunca, con el US Open bajo el brazo, no hay duda de que le salen las cuentas.
