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El polaco habla por primera vez tras su fichaje por la liga saudí

Una de las razones por las que Meronk se fue a LIV fue su ausencia en la Ryder

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Adrian Meronk, en la segunda ronda del LIV Golf de Las Vegas.
Adrian Meronk, en la segunda ronda del LIV Golf de Las Vegas. (Photo by Chris Trotman/LIV Golf)

Adrian Meronk ha sido uno de los últimos jugadores en incorporarse a LIV Golf. El fichaje del golfista polaco se anunció poco después de retirarse de manera sorprendente del Farmers Insurance Open, una semana antes del estreno de la liga saudí en Mayakoba. Se unió al equipo de Martin Kaymer por una cantidad que no se ha revelado oficialmente pero que, según diferentes informaciones aparecidas en los medios de comunicación, rondaría los diez millones de dólares.

Hacía tiempo que el nombre de Meronk sonaba con fuerza en la trastienda de LIV Golf. Ahora, en sus primeras declaraciones públicas tras su fichaje, ha confesado al Telegraph que una de las razones por las que decidió dar el paso fue su ausencia del equipo europeo de la Ryder Cup. Nunca escondió que le sentó fatal no ser una de las seis elecciones de Luke Donald en Roma. En su día, de hecho, admitió que se quedó en shock y que le costó mucho digerirlo. Ahora ha dicho que «aunque nunca lo sabremos, probablemente no habría ido a LIV Golf de haber jugado la Ryder Cup de Roma».

Recordamos lo que sucedió. Rory McIlroy, Jon Rahm y Robert MacIntyre se ganaron la plaza por la lista europea, mientras que Viktor Hovland, Tyrrell Hatton y Matthew Fitzpatrick se clasificaron por la lista del ranking mundial. Después, Luke Donald tenía seis elecciones a dedo. Por la vía europea, Yannick Paul se quedó justo fuera, en la cuarta plaza, y Meronk terminó por detrás en la quinta, mientras que por la vía mundial, el polaco tenía por delante a Tommy Fleetwood, Sepp Straka, Shane Lowry y Justin Rose. Su lamento es que Donald completó el equipo de doce jugadores con Nicolai Hojgaard y Ludvig Aberg, que estaban por detrás de él en esa lista mundial.

Meronk considera que había hecho méritos suficientes para ser una de las elecciones. A su posición en los rankings, le unía haber ganado en 2023 el Open de Italia en el Marco Simone, el campo de la Ryder, cuatro meses antes del enfrentamiento contra Estados Unidos, un triunfo más en el Open de Australia a finales de 2022 y su clasificación muy arriba en la Race to Dubai.

Eso sí, donde Meronk perdía la partida contra Aberg y Hojgaard era en el rendimiento en las semanas previas a la Ryder Cup. El sueco ganó en Suiza el último torneo clasificatorio, mientras que el danés encadenó un tercer puesto en Chequia y un quinto en Suiza, más allá de que en el Open de Italia que ganó Meronk cuajó también un gran papel y finalizó en la quinta plaza. En cualquier caso, lo ocurrido en Roma, con la brillante victoria europea, de alguna manera, disipa dudas en cuanto a la decisión de Donald y su equipo.

Sea como fuere, Meronk entiende que se fue injusto con él y lo ocurrido le ha hecho ver la vida de otra manera. «Lo que pasó en la Ryder me facilitó tomar la decisión de ir a LIV. Todo por lo que pasé me hizo pensar más en mí mismo y no preocuparme tanto de lo que pensaran los demás o lo que los demás quieren que haga. Lo de la Ryder me abrió los ojos para saber cómo funciona esto y que el deporte no lo es todo, tienes que asegurarte también que tanto tú como tu familia estáis bien», señala.

Meronk sostiene que el contratiempo le permitió ver lo que él cree que realmente importa. «La gente dirá que este paso es por el dinero, pero lo que es igual de importante es el calendario más ligero», dijo. «Los dos últimos años los pasé muy bien, pero para ser sincero no estaba disfrutando tanto. No paraba de viajar. No teníamos un hogar, íbamos de hotel en hotel, de aeropuerto en aeropuerto. Estaba sentado con mis padres y mi novia en Navidad y me decía: ‘Sí, he tenido un gran año, pero no lo he disfrutado’. Recuerdo cuando gané en Italia el pasado mes de mayo, me desperté el lunes y dije: ‘vale, genial, he ganado el torneo. Pero ahora tengo que volver a empezar, ir a un nuevo campo, retomar mi rutina. ¿Dónde está la alegría? Así que una de las mejores cosas es tener más tiempo para disfrutar de la vida con mi familia y mis amigos», apunta.

Meronk aún no ha renunciado del todo a la misión de convertirse en el primer polaco en jugar la Ryder Cup y, como ya ha participado en los cuatro eventos mínimos que le aseguran conservar su tarjeta en 2025, si paga las multas que se acumulen y cumple las sanciones, Meronk debería ser elegible independientemente de que se alcance un acuerdo de paz.

«Siempre ha sido mi objetivo», dice. «Obviamente, no me gustó cómo me trataron la última vez, pero si es posible jugar en la Ryder Cup y soy lo suficientemente bueno, me encantaría estar en el equipo. Me limitaré a trabajar duro en mi juego, rendir al máximo y ver qué puede pasar».