– Hay que cuidar las formas. Justin Thomas pidió perdón por su ‘maldición’ en el green del hoyo 4 y tampoco da mucho más de sí el tema, salvo que de verdad nos queramos volver todos locos (el caso Cavani en la Premier es para hacérselo mirar).
– El propio Thomas abría un debate que nos interesa mucho más. Un viejo debate. Comentaba el de Kentucky que en el hoyo 17 se giró y le dijo a su caddie algo así como esto: “ya ves lo que son las cosas, he salido hoy a jugar en segunda posición, voy -5 en el día y estoy perdiendo terreno”. Las condiciones son las que son en el Plantation course de Kapalua (greenes más tiernos y viento moderado) y lo son para todos, en ese sentido no hay más que hablar. Pero, igual que a Thomas, nos siguen gustando más los torneos en los que el campo presenta mayores dificultades y no es obligatorio firmar un registro en torno al -7 para mantenerse en la pelea.
Jon Rahm se frenó en seco en cuanto le entraron las prisas
– Sea como sea, no parece que el ganador vaya a llegar al -31 que redondeó Ernie Els en 2003 en este campo. Ni al -30 de Jordan Spieth en 2016. De todos modos, hay que aclarar que en aquellas dos ediciones el sudafricano y el texano sencillamente se movieron en otra dimensión, puesto que ambos ganaron con ocho golpes de diferencia sobre sus inmediatos perseguidores. El año de la masacre de Els, eso sí, hubo que llegar hasta -20 para meterse justito en el top ten del torneo. Veremos lo que hace falta este domingo para terminar entre los diez primeros. En el Plantation, que acoge el torneo por 23ª vez, ha ocurrido en cuatro ocasiones que no hubiera ningún jugador por encima del par después de los 72 hoyos. En esta ocasión sólo Matsuyama (+1) está siendo batido por el campo, pero eso puede arreglarlo hoy el nipón…
Hay un Niño que ha cumplido 41 años y 550 torneos, siempre entre los mejores…
– Dustin Johnson se ha quedado aparentemente fuera de la lucha por el triunfo, salvo salvajada mayúscula. Su media de golpes en este campo antes de esta edición era de 69,20 en 39 vueltas de competición, y esta semana arroja una media de 68,33 (vueltas de 71, 65 y 69), casi un golpe por debajo. Pero ni por esas.
Pinceladas impertinentes de la segunda jornada en Hawai
– Ryan Palmer, colíder y claro candidato al triunfo, atraviesa probablemente por el mejor momento de su carrera. Y lo hace con 44 años cumplidos el pasado septiembre. De acuerdo, la tendencia en el golf mundial de máximo nivel apunta a que cada vez llegan jugadores más jóvenes y preparados a la zona alta del ranking mundial, pero también es cierto que los más veteranos tienen más herramientas a mano para prolongar sus carreras… Y de esta lucha de generaciones de poder a poder, que hace del golf un deporte absolutamente genuino y único, salimos ganando todos.
Tee times: Jon y Sergio, a por la remontada ‘imposible’ en Kapalua
