– Si uno fuera Xander Schauffele o Wyndham Clark, los componentes del partido estelar del domingo del THE PLAYERS, y le dieran a elegir, no quisiera llevar a Brian Harman en el partido de delante metiendo presión (o enchufando putts, que viene a ser lo mismo).
¿O quizá no fuera tan mala elección? Con 37 años cumplidos en enero y trece temporadas consecutivas a sus espaldas en el PGA Tour, mostrando una consistencia a prueba de bomba (siempre, cada año, accedió a los play off de la Fedex Cup), es casi ridículo que este jugador, con semejante solidez y tal virtuosismo en los greenes, sólo haya ganado tres torneos en 350 apariciones. Se antoja escasísima la cosecha, pero es lo que hay.
El pequeño gran detalle es que el último de estos tres triunfos fue el Open del año pasado en Royal Liverpool. Este jugador a zurdas, que lo único que hace a zurdas es jugar al golf, siente que es su momento, aunque haya llegado tarde, según los estándares habituales de las grandes estrellas. Es un mega crack tardío, pero lo es al fin y al cabo. Y son un arma de doble filo los mega crack tardíos, sobre todo aquellos a los que ya les iba muy bien antes de dar el gran salto, que son la mayoría: por un lado, podría argumentarse que traen hambre retrasada de lustros y que además ya se han liberado de la ansiedad de las urgencias veinteañeras; por otro lado, al final resulta casi imposible recuperar todo el tiempo perdido, uno ya tiene sus rutinas, su manera de pensar muy hecha, un amplio abanico de expectativas razonablemente conquistadas…
Sea como sea, por si acaso, en la piel de Schauffele o Clark, uno no querría llevar a Harman delante metiendo presión (o enchufando putts, que viene a ser lo lo mismo).
– Lo hemos reconocido por activa y por pasiva, pero sigue siendo curioso lo que a muchos nos sigue ocurriendo con Matt Fitzpatrick. Este tipo no tiene nada de mega crack tardío, más bien ya ha demostrado suficientemente que es un crack cocinado en su punto, siempre evolucionando desde que era un pipiolo, siempre mejorando, siempre arrojando excelentes resultados. Y sin embargo… ¿Por qué nunca, o casi nunca, lo vemos como favorito indiscutible entre el ramillete de los indiscutibles favoritos? Él siente, así lo ha dicho, que está jugando esta semana su mejor golf desde aquella victoria en el US Open de 2022, así que hagamos un esfuerzo, hagamos justicia, y consideremos como algo más que posible su victoria hoy en Sawgrass. Sale a cuatro golpes del líder, así que va a necesitar una gran ronda de golf, pero es obligatorio darle su verdadero sitio, se lo ha ganado.
– Festival de espectaculares registros en la tercera jornada. Hasta 49 tarjetas por debajo del par y 22 de ellas, casi la mitad, en 68 golpes o mejor resultado. El año pasado ocurrió algo parecido (55 tarjetas bajo par el sábado y 27 en 68 o mejor) y al día siguiente, en la ronda decisiva, el Stadium course dio una vuelta de tuerca (greenes un poco más firmes y rápidos) y el número de tarjetones descendió sensiblemente (sólo cinco en 68 golpes o mejor). Schauffele, el líder, espera que sea así, pues pedía un día caluroso que ponga los greenes más crujientes.
– En la pelea, los dos últimos ganadores de Grandes, Wyndham Clark y Brian Harman. Ya nos gustaría que estuvieran también los ganadores de los dos anteriores, Brooks Koepka y Jon Rahm, aunque a Koepka, las cosas como son, nunca se le dio bien esta plaza de Ponte Vedra Beach así que a lo mejor no lo tendríamos hoy ahí arriba, peleando por el triunfo. Jon sí dejó más huella, con aquel liderato dominical a falta de siete hoyos en 2021…
– ¿Y Scheffler? No parece en la mejor disposición para la remontada por culpa de esa lesión en el cuello. Si hoy de verdad han desaparecido las molestias, entonces… Entonces habrá que ver si enchufa buenos putts, porque esta semana, con o sin molestias, todavía no ha destacado especialmente en los greenes, como si hiciera al fin en Bay Hill. Resulta impactante, en todo caso, verlo ahí, aferrado todavía a la posibilidad de cantar victoria y convertirse en el primer jugador que defiende título con éxito en el THE PLAYERS.