El PGA Tour ha anunciado este martes por la mañana que Patrick Cantlay ha sido el elegido como Jugador del Año del PGA Tour. Este título se decide por la votación de los miembros del circuito americano, por lo que tiene muy poco de objetivo. Cantlay se ha impuesto a Bryson DeChambeau, Harris English, Collin Morikawa y Jon Rahm, aunque no por este orden ya que el PGA Tour se ha limitado a enumerar los que han quedado por detrás de ganador por orden alfabético, no por número de votos.
El premio, como tantos otros que tienen este componente tan subjetivo, no está exento de controversia y polémica. Los principales argumentos que se dan para nombrar campeón a Cantlay es que ha conquistado tres victorias del PGA Tour (Zozo Championship, Memorial Tournament y BMW Championship), además por supuesto de la FedEx Cup. Por otro lado, ha sumado siete top ten durante el año.
Sin duda, el año de Cantlay es muy bueno, pero la realidad es que el gran favorito para recibir el premio era Jon Rahm. No sólo porque es el Número 1 del mundo muy destacado, sino porque ha ganado el US Open, ha terminado primero en la lista de ganancias del circuito americano, ha tenido la mejor media de golpes y, además, una de las victorias de Cantlay (Memorial Tournament) tendría que haber caído a su favor en condiciones normales de no haber dado positivo por Covid-19. También superó a Cantlay en el Tour Championship, aunque no fue suficiente para ganar la FedEx Cup y terminó en la segunda posición.
Lo que transmite esta decisión es que los jugadores del PGA Tour, al menos su mayoría, dan más valor a ganar la FedEx Cup que a una victoria en un Grande. También han pasado por alto la sobrenatural regularidad de Jon durante toda la temporada, sumando 15 top ten, más del doble que Cantlay, y manteniéndose a un nivel altísimo todo el curso. A todo esto hay que añadir que Rahm recibió la semana pasada el premio al Jugador del Año de la PGA de América, galardón que sí se establece por criterios objetivos (actuación en los Grandes, media de golpes y victorias).
