Webb Simpson (-12) y Chris Kirk (-12) son los dos líderes del Rocket Mortgage Classic de Detroit después de la segunda jornada. Simpson ganó hace dos semanas el RBC Heritage, mientras que Kirk levantó ese mismo domingo el The King & Bear Classic at World Golf Village, torneo del Korn Ferry Tour que se jugó en Florida. Es decir, lo último que han hecho estos dos tipos es ganar. Por mucho que busquen, no encontrarán en todo Detroit a dos golfistas con la confianza más alta que ellos dos.
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Simpson ha entregado una tarjeta de 64 golpes, igualando el mejor resultado del día. No ha cometido un solo bogey y ha firmado el mejor torneo de su vida de tee a green según las estadísticas del PGA Tour. En las pocas veces que no ha estado fino con sus golpes largos ha acudido al rescate su juego corto, como en el birdie que ha embocado desde el búnker en el hoyo 16. Lo que se dice estar iluminado. Veremos si le dura hasta el domingo. En caso de victoria, Simpson se colocará como Número Dos del mundo por delante de Jon Rahm. El aliciente no es pequeño. Además, por primera vez en su carrera sería el mejor norteamericano de esta clasificación.
Una de esas semanas especialmente tontas del año…
Kirk, por su parte, ha hecho 65 golpes y ha demostrado que todos sus problemas está olvidados. El año pasado después del RBC Heritage en abril tocó fondo por culpa del alcohol. Había fallado tres cortes consecutivos y se levantó en una habitación de hotel, con resaca y la misma ropa del día anterior. Allí mismo decidió que había que coger el toro por los cuernos. Comunicó a su familia y su equipo de trabajo que se apartaba. Dejó el PGA Tour y se metió en Alcohólicos Anónimos. Volvió siete meses después en el Mayakoba Golf Classic. Estaba limpio y reinsertado en la sociedad, pero aún debía resinsertarse también como golfista. Le costó. En México fue 33º, pero después falló cinco cortes consecutivos. Es decir, todos hasta el parón por coronavirus. Regresó en el Charles Schwab Challenge, una de sus cuarto victorias en el PGA Tour y pasó el corte, aunque quedó muy lejos de la cabeza. A la semana siguiente ganó en el Korn Ferry Tour.
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Kirk es un jugador con un potencial enorme. Llegó a ser 15º del ranking mundial, jugó una Presidents y ahora está dispuesto a volver por donde solía. Siempre demostró una capacidad extraordinaria para hacer birdies. Esta semana lleva 14 y un eagle. Está claro que no será fácil derribarlos de la cabeza. El torneo, en cualquier caso, está muy igualado, con 20 jugadores separados por tres golpes.
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Finalmente, el corte quedó establecido en un exigente -5. Se metieron en el límite Matsuyama o Finau, mientras que Rickie Fowler (-6) lo consiguió sólo de una manera un poco más holgada. Hay que destacar que Cameron Champ (-7) también peleará por todo el fin de semana. Recuerden que es el primer positivo del PGA Tour por COVID-19 que ha vuelto a jugar tras confirmarse que fue un falso positivo. Ocurrió la semana pasada antes del Travelers Championship.
