El PGA Tour afronta en el plazo de apenas una semana una situación insólita que no se daba desde 1957. Se juegan dos torneos diferentes en el mismo campo de manera consecutiva. El escenario es el Muirfield Village de Dublin, en Ohio, la casa del gran Jack Nicklaus, y los torneos son el Workday Charity Open y el Memorial Tournament. A bote pronto se tiene la tentación de pensar que igual el asunto se nos hace y, sobre todo, se les hace a los jugadores, un poco monótono. Mismo campo dos semanas consecutivas. Pereza. Mismos golpes, mismos tees, mismas calles, mismos greenes… Todo lo mismo. O quizá no…
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Qué les parece si les decimos que la preparación del campo para el Workday Charity Open y para el Memorial Tournament van a ser muy diferentes. Qué les parece si les decimos que los greenes van a estar muy distintos. Qué les parece si ya les avanzamos que los resultados van a ser también bastante diferentes… En este artículo vamos a conocer un poco más sobre el maravilloso arte de preparar un campo. Cómo se puede convertir un ser vivo en un auténtico Dr. Jeckyl y Mr. Hyde en el plazo de apenas una semana. Para ellos se necesita un buen greenkeeper y una excelente cuadrilla de jardineros dispuesta a sorprender a los jugadores.
Les vamos a explicar cómo va a conseguir el PGA Tour que los jugadores casi sientan que están jugando dos campos diferentes de una semana a otra. Más bien, para ser precisos, realmente lo explica Gary Young, director del torneo y miembro de comité de reglas y de competición del PGA Tour. Él ha sido el responsable de afrontar este desafío.
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Cómo pasar del Dr. Jeckyll a Mr. Hyde en cinco estudiados pasos:
1.- Los greenes: se van a parecer muy poco. Con datos. Esta semana se van a poner a una velocidad en el stimpmeter de entre 11 y 12, mientras que en el Memorial no van a bajar de 13. Es decir, pasarán de una velocidad media, más bien rapiditos, pero sin pasarse, a ponerse vertiginosos, como el cristal.
Esto se va a hacer para cambiar la sensación de los jugadores y también, obviamente, para proteger los greenes. Se espera mucho calor en Ohio en estas dos semanas, así que tampoco se puede estresar mucho la hierba porque se correría el peligro de perder los greenes para el fin de semana del Memorial. Así, esta semana se les pondrá más agua y no se cortarán y se pasará el rulo tanto como la próxima.
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2.- Posiciones de bandera: En cierto modo, este punto está relacionado con el anterior. Esta semana se van a poder ver en el Workday algunas posiciones de bandera que jamás se habían visto en el Memorial, precisamente por la velocidad de los greenes. Al estar tan rápidos cada año, se buscaban normalmente zonas más bien planas del green, lo mismo que se hará la próxima semana. En el Workday, al estar más lentos y receptivos, podrán ser menos tímidos a la hora de jugar con los desniveles del green. Gary Young habla especialmente de una bandera nunca vista en el Memorial y que se utilizará esta semana en el Workday. Será en el hoyo 4 (par 3), estará corta a diez pasos y a seis de la derecha.
3.- Hoyo 14 (par 4): Algún día en el Workday se jugará desde el tee adelantado y se tentará a los jugadores para que tiren de uno a green. Nunca se había hecho en el Memorial… ni se hará la próxima semana. Sólo se vio en la Presidents Cup que se disputó en Muirfield. Muy atractivo para esta semana.
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4.- Los tees de salida: Se va a jugar mucho con los tees. Se adelantarán, se retrasarán y, sobre todo, se van a cambiar los ángulos, por lo que parecerán en cierto modo dos campos muy distintos.
5.- Los resultados van a ser muy diferentes. El Memorial va a ser mucho más exigente. Tanto que Young se moja: «calculo que esta semana se ganará en torno a -17 ó -18 y la próxima semana entre -12 y -14». Es decir, entre cinco y seis golpes de diferencia. Hasta ahí se puede notar la mano del hombre. La principal exigencia del campo es que los greenes van a estar mucho menos receptivos la próxima semana. Más duros, rápido y, por tanto, más complicado dejar la bola cerca. El rough, en principio, no se va a tocar de una semana para otra.
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La gran preocupación del director del torneo con estas dos semanas seguidas en el mismo campo son las chuletas. Tantos jugadores compitiendo tantos días seguidos, entre torneo y vueltas de prácticas, va a hacer casi imposible que las calles no se conviertan prácticamente en un campo de minas el fin de semana del Memorial. Para evitarlo, además de tener un ejército de jardineros prestos y dispuestos para reparar cada jornada las chuletas, se ha decidido que no se pueda jugar el campo ni ayer lunes, ni el lunes del Memorial. Un descanso que le va a saber a gloria a la hierba.
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