Desde hace cuatro años Alex Gaugert es el inseparable caddie de Erik Van Rooyen. Juntos han vivido muchas cosas y han compartido un éxito notable. Han ganado en el DP World Tour, han llegado al PGA Tour, han levantado también un trofeo en el circuito americano y, mano a mano, han llegado a colocarse en el puesto 40º del ranking mundial. Sin ir más lejos, el pasado domingo terminaron en la sexta posición en el Barracuda Championship. Sin embargo, esta semana en el 3M Open van a ser rivales. Situación extraña y curiosa.
Gaugert, que vive a 30 minutos en coche del TPC Twin Cities, el campo de Mineápolis donde se celebra el 3M Open, decidió jugar este lunes la previa del torneo y se ha clasificado. Este martes, como suele ser habitual, han jugado juntos la vuelta de prácticas, aunque de una manera muy diferente. Esta vez no era Gaugert quien le daba los palos a Van Rooyen, sino que cada uno jugaba su propio golpe bajo la atenta mirada del tercer componente del partido, Dylan Frittelli.
Gaugert fue compañero de Van Rooyen en el equipo de golf en la Universidad de Minnesota entre 2010 y 2013. Ahí trabaron una magnífica amistad, aunque no empezaron a trabajar juntos hasta un tiempo más tarde. Antes, el caddie intentó su propia aventura como profesional, pero pronto llegó a la conclusión de que su futuro como jugador no era muy alentador. Jugó cinco torneos del Sunshine Tour y no pasó el corte. También disputó una prueba del PGA Tour de Canadá con el mismo resultado.
Esto no quita para que Gaugert sea un excelente jugador. «Está jugando el mejor golf que le he visto en mi vida. Cuando echamos un partido le doy tres golpes de ventaja y me ha ganado siempre menos una o dos veces. Vamos a tener que revisar esa ventaja», bromeaba ayer el propio Van Rooyen en mitad de la ronda de prácticas.
Lo más curioso es que Gaugert estuvo a punto de perderse la previa. Apuró hasta el final su marcha del Barracuda el domingo para ver el desempate entre Akshay Bhatia y Patrick Rodgers, de quien su hermano Austin es caddie. Tenía vuelo de Sacramento a Mineápolis a las 20.30 de la tarde, pero no salió hasta las tres de la mañana. Durmió en el suelo del aeropuerto y llegó a su destino a las 8.30, apenas tres horas antes de su hora de salida. Le dio tiempo a pegar 15 bolas y salió a jugar. Acabó su ronda con un birdie-eagle-par para meterse en un playoff de cuatro jugadores por tres plazas.
El PGA Tour ha tenido el buen detalle de poner juntos en el mismo partido a Gaugert y Van Rooyen. «Va a ser un poco extraño. Tendré que vigilar mis palabras para no darle algún consejo durante la ronda», explicó el caddie. Por cierto, su hermano Austin, que esta semana iba a trabajar de caddie con Ryan Moore, irá finalmente con él en la bolsa. Moore, tercer componente del partido junto a Gaugert y Van Rooyen en el 3M Open, llevará a su representante y Erik irá acompañado por Robert Bell, compañero también en la universidad y ahora asistente de golf en el equipo. Un increíble cruce de caminos en Mineápolis.
