Lo de Sergio García y Jon Rahm este sábado en el THE PLAYERS Championship ha sido un visto y no visto. Han estado más tiempo calentando que en el campo de golf. Una sensación parecida a la de un futbolista que lo sacan a la banda antes de acabar el primer tiempo y termina entrando al partido en el descuento. Ninguna queja. Es lo que tocaba tras días muy duros por la meteorología.
Es más, ambos han aprovechado para realizar un calentamiento especialmente intenso. Sabían que iban a jugar muy poco y el viernes tampoco tuvieron oportunidad de tocar un palo, así que hoy tocaba meterle más tiempo a la preparación para no perder el ritmo físico y de concentración de un torneo.
Sergio García y Jon Rahm han tomado dos decisiones importantes antes de irse a la cama. Cuando ha sonado la bocina de suspensión del juego, exactamente a las 0.26, hora peninsular española, Sergio estaba en el rough de la izquierda del hoyo 2 después de pegar su golpe de salida. Mientras, Jon estaba en el rough que rodea al búnker de la derecha de la calle del hoyo 1, igualmente tras su golpe de salida.
Como bien saben, si la bocina de suspensión está provocada por falta de luz los jugadores tienen la potestad de acabar el hoyo. Pues bien, Sergio decidió pegar su segundo golpe a colocar a la calle y ya no dio el tercero. Había luz para tirar, pero el golfista de Borriol, tras una conversación con su caddie Glen Murray, tomó la determinación de marcar la bola y dejar para mañana ese tercer golpe de 73 metros.
No fue un capricho, sino algo muy meditado. La razón principal es el viento. Este sábado estaba soplando cruzado de la derecha en este hoyo, mientras que el domingo, a primera hora, se espera completamente a favor, ya que soplará del Norte en lugar del Noroeste. Es menos complicado lidiar con un viento recto, ya sea a favor o en contra, que con un viento cruzado. Por cierto: antes de llegar a esta situación el de Borriol había salvado un gran par en su primer y único hoyo completo del día (hoyo 10), embocando un buen putt de par desde un metro y medio, después de fallar al bunker.
Rahm, por su parte, se ha dejado un segundo tiro para este domingo a las 8.15 de la mañana, hora local, claro, de 136 metros. El vasco, que al igual que Sergio salía por el hoyo 10, tampoco cogía la calle de salida, así que tendrá que colocar su bola en el rough cuando regrese el domingo por la mañana. En su caso, el español tomó esta decisión junto a su caddie, Adam Hayes, por dos razones: consideran que mañana los greenes estarán mejor, perfectos, y además soplará menos viento.
