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Jason Day pensó en la retirada y ahora busca la manera de competir con Rahm, Scheffler y Rory

De la retirada a poner en el punto de mira a Rahm, Scheffler y Rory

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Jason Day se ha quitado este domingo un enorme peso de encima. La victoria en el AT&T Byron Nelson ha servido para confirmar que puede volver a ganar. Lo intuía desde hace tiempo, pero hasta que no ha sucedido no se lo ha terminado de creer. Al fin y al cabo, habían pasado cinco años desde la última vez que levantó un trofeo. Es la luz al final de un oscuro y tenebroso túnel que ha durado años y en los que pensó seriamente en la retirada. Ahora, completamente renovado, su pensamiento ha cambiado radicalmente. Su plan no es sólo volver a ganar, sino encontrar la manera de dominar el golf al estilo de Jon Rahm, Scottie Scheffler o Rory McIlroy.

El golfista australiano confesó ayer después de ganar en Dallas que fue hace dos años cuando tocó fondo debido a los problemas físicos, sobre todo la espalda y el vértigo, y personales, como la enfermedad y fallecimiento de su madre a quien estaba muy unido. Su vida era simplemente una inercia. Iba a los torneos sólo porque tenía que ir. Para cumplir con sus contratos. Sin más ilusión. Con cero expectativas. Físicamente no podía y la cabeza tampoco ayudaba. «Para ser sincero, estuve a punto de dejarlo. Nunca se lo dije a mi mujer, pero me parecía una buena idea porque era una parte de mi vida muy estresante. Mi mentalidad era: ¿cuántos torneos tengo que jugar por contrato? ¿20? No podía practicar el lunes, ni el martes, ni siquiera el miércoles en realidad. Si tenía que jugar el Pro-Am, me costaba un mundo. Jugaba el jueves y el viernes y si pasaba el corte genial, y si no, era un torneo más tachado de la lista. Esa no era una manera saludable de jugar al golf ni de vivir», admite.

En aquellos momentos más bajos, el apoyo de su mujer fue fundamental. «Ellie nunca se dio por vencida. Ella siempre me empujaba a tratar de mejorar. Siempre creyó que podía volver a ganar. Estar ahora sentado aquí con el trofeo es extraño. Después de todo lo que ha pasado, es agradable, ha habido mucho trabajo detrás. Es bonito lograr mi decimotercera victoria», explica.

En todo ese trabajo que ha volcado en el golf, tiene gran parte de responsabilidad Chris Como, su entrenador. Algo más que su entrenador. Se ha convertido en una especie de confesor y, sobre todo, ha sido el artífice de encontrar un swing de golf donde pueda ser competitivo de nuevo. «Chris me ha ayudado mucho porque no ha sido simplemente un entrenador, yo lo veo más como un amigo que ha estado ahí siempre apoyándome, que ha ido de la mano conmigo en este proceso. Hemos trabajado mucho, pero sé que todavía hay mucho por hacer con el swing para llegar al punto que yo quiero. Sé que el juego es lo suficientemente bueno como para ganar, pero el objetivo es construir algo que me permita ser más dominante y poder ganar varias veces al año, no sólo una», apunta.

En este sentido, Day pone el punto de mira en lo más alto. «Después de esta semana, sé que puedo ganar, pero hay algunas cosas sutiles que tengo que cambiar técnicamente para sentir que realmente puedo salir y dominar y jugar un golf muy consistente, al estilo de Rahm, Scottie Scheffler, que está jugando un golf tremendo y, obviamente, Rory».

Curiosamente, Day habla de ligeros ajustes técnicos para ser aún mejor jugador, pero la clave para ganar este domingo en el Byron Nelson fue, precisamente, no pensar en la técnica. Es el delicado equilibrio. La técnica, para los días de práctica. En torneo, competir. «Estaba un poco harto de tener que repasar un montón de pensamientos técnicos con mi swing. Así que decidí que iba a salir y jugar al golf. Los tres primeros días fueron geniales y luego me tranquilicé mucho. Anoche dormí muy bien y me he despertado tranquilo. Por alguna razón estaba convencido que iba a ganar el torneo. Es fácil decirlo ahora porque lo gané, pero es que… por alguna razón tenía esa especie de calma. Calenté muy bien esta mañana y me sentí bien. Es extraño porque cuando estás en la pelea por ganar hay momentos en la ronda que piensas que no está para ti. Esta semana nunca lo he pensado, ni siquiera en la última ronda. Recuerdo que en su día Charley Hoffman tiró nueve bajo par para ganarme. Es bonito haberlo podido hacer yo», señala.

Jason Day ha vuelto y está con ganas. No se conforma sólo con el triunfo en el Byron Nelson, quiere volver a pelear por ser el mejor del mundo y, desde luego, ayer demostró que su juego y su cabeza están preparados para ello. Por lo pronto, se ha situado en el puesto 20º del ranking mundial. No estaba tan alto desde julio de 2019.