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FedEx St Jude Championship | Declaraciones de Jon Rahm

Una hora y media de golf en ‘greenes de links’ antes de llegar a Memphis

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Jon Rahm dedicó más tiempo a cambiar pañales que a jugar al golf en los cuatro días previos a viajar a Memphis para disputar el primer Playoff. Así lo confirmó el propio golfista de Barrika este jueves después de la primera jornada del FedEx St Jude Championship. Desde el nacimiento el pasado viernes de Eneko, su segundo hijo, hasta su viaje al TPC Southwind el martes, apenas invirtió una hora y media de su tiempo a su golf. Y Jon, encantado.

Ha practicado muy poco y no en las mejores condiciones, ya que los greenes de Arizona en estas semanas de tanto calor no son los ideales. Aún así, su puesta en escena en Memphis ha sido notable, con una ronda de 67 golpes libre de bogeys.

«He pegado muy bien a la bola. No he pensado demasiado durante la vuelta y me he sentido muy cómodo. Más allá de los hoyos 2 y 12, me puse en muy buenos lugares desde el tee. He pegado muy bien al driver y me he dado muchas oportunidades. He jugado muy bien y hasta podría haber sido un mejor resultado, pero estoy muy contento con el 67», resumió Jon.

Puede parecer a la vista de este análisis que le faltó acierto en los greenes para haber rematado una vuelta todavía mejor, pero el golfista vizcaíno no le pone ninguna pega al al putter. «He rodado muy bien la bola, aunque algunas no han querido entrar. No le pongo muchas pegas, la verdad», explicó.

Los últimos días han sido intensos, pero muy reconfortantes. Sonrisa de oreja a oreja del campeón español para explicar cómo fue el nacimiento de Eneko. «El día previsto era el 4, pero nació el 5. Kelly estaba preparada física y mentalmente para dar a luz. Pensábamos que el bebé vendría la primera semana después del Open, todos estábamos convencidos, y seguimos esperando. En el último momento decidimos inducirlo para no perderme ninguno de los torneos. Estaba de 40 semanas, así que no había peligro. Estuvimos desde el jueves hasta el domingo en el hospital. Es cierto que no dormí mucho, pero a cambio tuve muchos momentos bonitos. Le dije a Kelly en broma que tenemos que dejar de tener bebés a la una de la mañana porque realmente no ayuda al horario en absoluto, para ella y para mí obviamente, pero es maravilloso. Hemos tenido un año y casi un año y medio con Kepa y añadir ahora a Eneko a la familia es genial. Los últimos días han sido muy divertidos. Justo antes de salir a jugar Kelly acababa de amamantar a Eneko y me mandó una foto sosteniéndolo y estaba sonriendo. Cuando veo esto me resulta mucho más fácil salir a competir. Aunque no los vea hasta dentro de 20 días, me da mucho ánimo y felicidad para salir ahí fuera y hacer lo que tengo que hacer», resaltó.

Rahm explicó que no ha entrenado mucho en los días previos al torneo, pero valora las otras cosas que también sirve para prepararse psicológicamente y emocionalmente. «Desde el jueves pude practicar quizás una hora y media el domingo. Aparte de eso, no he podido. No es que no haya podido, sino que decidí no hacerlo. Es mi deber como padre estar ahí y ayudar y lo hago con gusto. Aprovecho las veces que puedo. Si pudiera darle de comer yo también lo haría, pero desgraciadamente todo depende de la madre. Priorizo a mi familia. No me pesa. Entrené bien las dos semanas y media anteriores, así que a veces es casi mejor desconectar un poco», apuntó.

Eso sí, las condiciones no eran las ideales. «Lo único duro es que en Arizona ahora mismo, con el calor y siendo verano, y los greenes de bermuda, tienen la hierba un poco más larga y como mucho estaban a 10 en el stimpmeter. Algunos estaban llenos de arena. Así que cuando llegas a estos greenes, tan absolutamente perfectos, rápidos y no tan granulados, no es fácil la adaptación. La velocidad fue definitivamente una preocupación hoy. Tuve que pensar en la velocidad del putt mucho más de lo que me gustaría y quizás por eso no metí tanto, pero hacia el final me sentí bastante bien», concluyó.