Rafa Cabrera Bello siempre es prudente, pero es indudable que su 64 final en el 3M Open ha supuesto una estimable inyección de moral y confianza. El canario ha experimentado una clara mejora del juego durante esta semana pasada en Minnesota, pero parecía que se iba a marchar del TPC Twin Cities sin sacarle todo el partido a dicha evolución positiva.
Rafa firma su mejor tarjeta de la temporada en un gran momento…
Rafa, horas después de firmar ese 64 liberador, reconocía que “esta semana he jugado mucho mejor de lo que lo venía haciendo. Además, según iban pasando las jornadas he ido pegándole mejor a la bola. Lo que pasa es que durante las tres primeras jornadas he sido sencillamente incapaz de hacer resultado. Antes o después, siempre se me cruzaba algo en la vuelta y acababa estropeándola”.
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La cuestión, en efecto, es que el juego del español estaba siendo de tee a green tanto o mejor que el de los jugadores que andaban en la parte alta de la clasificación, pero estaba pagando un peaje muy caro ante los errores puntuales, bien porque fallaba al lado malo, bien porque no era capaz de sacar adelante una recuperación. ¿La solución? Que duda cabe que no hay mejor remedio que evitar todos los errores, pero claro, esto se dice muy rápido y es casi imposible de poner en práctica. Rafa, sin embargo, a punto estaba de conseguirlo en esta cuarta ronda: “Por fin he acabado una ronda de golf en la que no ha pasado nada malo, pero hay que decir que no he dado ninguna opción a que nada me estropeara la vuelta. Apenas le he dado oportunidades a los bogeys (de hecho, no firmaba ninguno) porque es que he fallado muy pocos golpes”, sentenciaba, no sin antes despedirse con muy buenas vibraciones: “estoy cerca otra vez de mi mejor versión, así que a ver qué pasa las próximas semanas”.
