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Declaraciones de Will Zalatoris tras ganar el FedEx St Jude Championship

El hambre de Zalatoris, su decisión en el hoyo definitivo y su nueva rutina de putt

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Will Zalatoris
Will Zalatoris.

Había más alivio que alegría en la expresión de Will Zalatoris después de ganar el FedEx St Jude Championship, su primera victoria en el PGA Tour. El espléndido golfista californiano, que cumplirá 26 años mañana, necesitaba quitarse ese peso de encima. «Sé que puede sonar extraño porque sólo es mi segundo año en el PGA Tour, pero ya era hora de que llegara este triunfo. Es lo que siento ahora mismo», señaló ante los medios de comunicación con el trofeo del primer Playoffs de la FedEx Cup aún caliente sobre la mesa.

Era una especie de trago que había que pasar, pero en ningún caso se trata del final del camino. Esto no ha hecho más que empezar. «Este triunfo es muy satisfactorio, pero aún me quedan muchos asuntos pendientes por delante. La rutina continúa», asegura. Zalatoris se ha encaramado al primero puesto de la FedEx Cup y su gran objetivo ahora mismo es ganarla. No es un jugador con pensamientos pequeños.

Cada vez que se quedó a un paso de lograr la victoria, cada segundo puesto, le sirvió para reafirmarse. En cierto modo, Zalatoris entiende que la victoria de este domingo es una consecuencia de lo que ocurrió antes. Sin aquello no habría venido esto. «En ningún momento he sentido pena por mí mismo por lo que me había pasado. En absoluto. Al revés, el segundo puesto del Masters me cambió la vida porque me abrió las puertas de donde estoy ahora. El segundo puesto en el PGA Championship me demostró que lo del Masters no fue una casualidad y el segundo del US Open me hizo creer aún más que podía ganar un torneo importante. Era sólo cuestión de tiempo», señaló.

Zalatoris admite que tuvo suerte en el tercer y definitivo hoyo del desempate. Su bola se queda casi milagrosamente fuera del lago, pero desde su posición no se veía exactamente cómo estaba. Era imposible saber si la tenía bien colocada para hacer chip y putt o injugable, como definitivamente estaba. «Pensé que no había ninguna posibilidad de que volara el lago. La vi en el agua cuando salió del palo. Cuando aterrizó y la vi rebotar un par de veces y escuché al público aplaudir, supe que había tenido mucha suerte. Después, resulta que no la podía jugar porque lo más probable, si lo intentaba, es que se fuera al agua. Teniendo en cuenta dónde estaba Sepp y que tenía un putt de doble bogey de un metro, no había ninguna razón para intentar pegar a la bola donde estaba y perder de repente el torneo. Por eso fuimos a la zona de dropaje, Joel (su caddie) me lo dijo tres veces, y salió bien».

Obviamente, tuvo algunas palabras hacia su caddie, con el que debutaba esta semana después de romper con el anterior la semana pasada a mitad del Wyndham Championship. «Hoy Joel ha hecho de psicólogo deportivo. Estuvo increíble. Me ha estado contando chistes tontos todo el día para relajarme. Son muy malos, pero consiguió hacerme reír varias veces. Cuando había que ponerse serio, me dijo que me concentrara en mi respiración. Así un gran inicio juntos. Ha hecho un trabajo increíble. Además, a partir del segundo día me ha ayudado a leer las caídas en los greenes y ha funcionado muy bien».

Precisamente, respecto al putt, Zalatoris ha hecho un cambio esta semana que va a mantener durante un buen tiempo. Tiene que ver con su rutina. «Yo soy un jugador muy rápido en todo. En realidad, todo lo hago muy rápido, hasta hablo rápido y, sin embargo, en el putt iba muy lento. Hemos decidido hacerlo más rápido y he estado más cómodo. Vemos la caída, tomamos la decisión y en cuanto me pongo encima de la bola, le pego, sin pensar más».

Por último, explicó la frase que soltó al meter el putt de par en el hoyo 72 del torneo. Zalatoris dijo: «a ver qué dicen ahora». No sé ni por qué lo dije, pero me salió así, fue algo instintivo, no estaba pensado. Soy fan de los Warriors y me acordé de la frase de Stephen Curry, no hay más. Menos mal que no dije nada peor». La frase a la que se refiere la dijo Curry después de ganar su cuarto anillo el pasado mes de junio en el sexto partido de la final de la NBA contra los Celtics. «A principio de temporada nadie daba un duro por nosotros y aquí estamos con el título y, además, he ganado el MVP de la final (el primero de su carrera)», se reivindicó Curry en ese momento.