Para olvidar, pasar página rápido y a empezar a pensar en el US Open de Torrey Pines. Sergio García (-4) ha sufrido una jornada ‘horribilis’ de principio a fin en la última ronda del Charles Schwab Challenge del PGA Tour. Vuelta de 76 golpes y caída en la clasificación desde la tercera posición en solitario a la vigésima.
Decía el golfista de Borriol esta misma semana que el Colonial Country Club de Texas, sede mítica del torneo, había sido para él durante su carrera blanco o negro. O había hecho grandes cosas y vueltas para enmarcar o había sufrido un quintal y había salido de allí magullado. Esta semana ha cumplido estrictamente con ese guión. Vuelta espectacular el jueves para soñar y domingo de pesadilla. Trece golpes de diferencia entre uno y ottro día.
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Todo le ha salido mal a Sergio. Empezó el día fallando por mucho a la derecha el drive de salida en el hoyo 1, un par 5 que el manual de Colonial dice que conviene aprovechar si uno va por detrás y quiere apretar a los líderes. No sólo no sacó el birdie, sino que acabó cometiendo un bogey de los que duele. Aquello fue como un mazazo que dejó al de Borriol grogui, medio noqueado. Aunque el martillazo definitivo en el dedo se lo llevó con un doble bogey en el 3.
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Los planes saltaban por los aires. Necesitaba un buen inicio para meter presión a Spieth y Kokrak y sucedió justo lo contrario. García se quedó descolocado y ya nunca llegó a sentirse cómodo en el campo, no encontró su sitio ni su ritmo. Salvó un buen par en el 4, pero caía un bogey en el 6. Aún invitaba a la esperanza con un buen birdie en el 7, pero fue un espejismo. No volvió a hacer ningún birdie y no hubo una faceta del juego que saliera indemne. No estuvo bien desde el tee, no anduvo fino con los hierros y el putter tampoco acudió al rescate cuando más se le necesitaba.
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La conclusión ha sido una vuelta de 76 golpes, sexta peor tarjeta del día en Colonial, y derrumbe en la clasificación. Sergio ha intentado aguantarse y no ha tirado nunca la toalla. Ha pegado buenos tiros hasta el final, pero no había manera. Hoy tocaba el día negro y en ningún momento ha salido el sol.
