Jason Bohn ha pasado en poco más de 24 horas de estar fuera del The Greenbrier Classic a ser uno de los grandes favoritos a la victoria. Así es el golf. Así te puede cambiar la vida de una vuelta a otra, de un hoyo a otro, de un putt a otro.
Bohn encaró su último hoyo el viernes con la necesidad de hacer un birdie si quería tener la posibilidad de pasar el corte. Jugó por la mañana, por lo que aún no sabía que resultado haría falta para estar el fin de semana, sin embargo sí tenía claro que o acababa con dos bajo o adiós muy buenas. Jugó el hoyo 9 (empezó por el 10) y consiguió el birdie. Vida extra para el caballero.
Bohn salió a jugar hoy sábado a siete golpes de los líderes, con la mentalidad del que no tiene nada que perder. Estaba convencido de que no pasaría el corte y decidió recibir la noticia como un regalo caído del cielo. Le tocó jugar en el quinto partido del día, así que hubo madrugón de los serios. Pegó su primer golpe a las 8.46 de la mañana, hora local en el recorrido The Old White TPC, en West Virginia. Cuando firmó su tarjeta aún quedan diez partidos por salir a jugar, pero Bohn ya era el líder del torneo y así quedaría al final de la jornada. ¿La responsable de semejante machada? Una vuelta sideral de 61 golpes, la mejor del torneo y la mejor de su carrera. Ya ven cómo puede cambiar la vida de un golfista en apenas un puñado de horas.
Bohn (-11) es el nuevo líder del The Greenbrier Classic empatado con Bryce Molder, Sean O’Hair y S.J. Park. Y no, no es que las condiciones de juego entre la mañana y la tarde fueran muy diferentes, no, simplemente es que Bohn obró un milagro. Ahora le queda la parte más complicada: rematar la faena. No lo tendrá nada fácil. Para empezar porque no es sencillo jugar el día siguiente de haber hecho la mejor vuelta de tu carrera. Y en segundo lugar porque la clasificación está apretadísima, con ocho jugadores separados por sólo un golpe y treinta uno separados por cuatro, entre ellos Gonzalo Fernández Castaño (-7). Tiger Woods no peleará por la victoria el domingo, salvo que imite el milagro de Bohn. Se encuentra con -4, por lo que una vuelta de 61 golpes aún le permitiría obrar la machada. Para ello, claro, debería mejorar con el putter de manera sobresaliente.
