Rory McIlroy (-17) ha ganado el The CJ Cup con una ronda final de 67 golpes, revalidando el título que conseguía el año pasado en este torneo y, lo que es aún más significativo, aupándose por novena vez en su carrera a lo más alto del ranking mundial. Scottie Scheffler, un digno, sólido y merecido ‘number one’ hasta la fecha, no está ahora mismo como para aguantar el empuje del norirlandés, que ya hace tiempo venía comportándose como un Número Uno del mundo oficioso.
Rory ha dejado hoy poco margen a las remontadas. Incluso, se permitía el lujo de finalizar la ronda con sendos bogeys en los hoyos 17 y 18, y sin apenas sufrir o temer por el resultado. Justo en el partido de delante Jon Rahm (-14) había capitulado unos hoyos antes, y él tampoco encontraba excesiva resistencia en sus compañeros de partido, Kurt Kitayama (-16) y K. H. Lee (-15), que venían haciendo las cosas muy bien, pero a quienes faltaba ese último cambio de marcha en la hora de la verdad.
Y es que McIlroy, antes de emborronar la tarjeta con los citados bogeys finales, había firmado hasta cuatro birdies casi consecutivos entre los hoyos 12 y 16. A eso se le llama cambio de ritmo, clase, recursos y don de la oportunidad, virtudes que suelen adornar al mejor jugador del mundo del momento.
Hay que insistir, además, que estos recientes logros (Fedex Cup, CJ Cup y Número Uno del mundo) le han llegado en un momento muy comprometido de su carrera, una vez decidió tomar un claro partido en el cisma del golf mundial, erigiéndose en estandarte del PGA Tour y, por tanto, del golf de alta competición más exigente. Además, aunque haya quien le niegue tal mérito, el norirlandés también se ha significado por su apoyo al DP World Tour en las últimas fechas, viniendo a disputar hasta tres torneos a este lado del Atlántico (BMW, Open de Italia y Alfred Dunhill Links), justo después de ganar la Fedex Cup, citas en las que además no vino a pasearse (2º, 4º y 4º fueron sus resultados).
El de Holywood también se ha comprometido a jugar la Final de Dubai, en busca del doblete más exigente del golf mundial (Fedex Cup y Race to Dubai), aunque a medio y largo plazo su cabeza estará en breve enfocada en sacar adelante la gran asignatura, esa en la que lleva tanto tiempo (más de ocho años) sin deslumbrar: la de los Grandes. En este sentido, el año 2023 se abre ante él como un auténtico océano de inmensas expectativas, comenzando por la posibilidad de cerrar el Grand Slam en Augusta…
