Jon Rahm (-3) ha rubricado una muy buena puesta en escena en el THE PLAYERS Championship. Ha entregado una tarjeta de 69 golpes y se ha colocado de manera provisional en el undécimo puesto de la clasificación, a sólo tres golpes de los líderes Tommy Fleetwood (-6) y Tom Hoge (-6).
Decimos de manera provisional porque, como ya sabrán, la primera jornada del torneo bandera del PGA Tour no se pudo completar por falta de luz. Un retraso inicial de una hora más una suspensión de tres horas y cuarto por tormenta eléctrica hizo imposible que incluso los últimos partidos del turno de tarde salieran siquiera al campo. Queda mucho que lidiar en el THE PLAYERS para intentar acabar el domingo en tiempo y hora. Uno mira el parte meteorológico y realmente parece imposible. Habrá que cruzar los dedos. No queda otra.
Mientras tanto, Rahm al menos ha podido acabar los primeros 18 hoyos. Ya con eso se daba con un canto en los dientes. Con eso y con el hecho de haber recuperado buenas sensaciones en los greenes. Ya tocaba. Se le iluminaba la cara tras la ronda recordando el putt embocado en el hoyo 13, su cuarto hoyo del día. Tenía 10 metros. «Estaba un poco serio por fuera, pero por dentro he dicho por fin meto un pu… putt…».
Su satisfacción está más que justificada. No en vano, ese putt del hoyo 13 es el segundo más largo que ha metido en lo que llevamos de año, al menos en las vueltas que el PGA Tour contabiliza golpe a golpe. Se dice pronto. Son seis torneos disputados más esta primera ronda del THE PLAYERS y un total de 22 rondas de golf. En realidad ha jugado 25, pero no hubo seguimiento golpe a golpe en las dos primeras rondas del American Express ni en una del Farmers Insurance Open.
Precisamente, en la tercera jornada del Farmers Insurance Open embocó el único putt de 2022 más largo que el de hoy en el hoyo 13. Aquel fue de unos once metros. Así las cosas, su felicidad tras reencontrarse con esa sensación tan agradable de meter un putt largo era totalmente lógica.
Además de ese putt del hoyo 13, el primer birdie del día, que llegó antes de la suspensión, hay que contar otro putt de más de seis metros para birdie en el hoyo 16, otro de dos metros y medio para par en el 14 y uno más de unos cinco metros para birdie en el 7. Teniendo en cuenta de dónde venía Jon Rahm, el balance es para estar más que contento.
El putt parece que vuelve a funcionar, que se entona, que se enchufa y buena parte de culpa está en un plan ‘maquiavélico’ diseñado por Rahm en las últimas horas. La estrategia ha tenido dos líneas de actuación perfectamente diferenciadas. La primera ha sido instrumental y la segunda mental.
En el aspecto instrumental nos referimos al material, al palo. Jon ha recuperado para esta primera ronda del THE PLAYERS al putter que utilizó durante todo el año pasado y que castigó en las cinco últimas rondas. Puso uno nuevo en la última vuelta del Genesis y repitió con ese las cuatro de Bay Hill. Hasta hoy. «A veces hay que castigarlo y darle celos para que quisiera volver y meter alguna… y ha funcionado», explicaba risueño.
La otra parte del plan tiene que ver con el aspecto mental y el protagonista es el propio Rahm. El león de Barrika decidió dejar a un lado la técnica esta semana. No trabajo nada en el putting green y se limitó a entrenar el ‘feeling’ y la velocidad durante las rondas de prácticas. «A veces no ponemos muy técnicos y a mí, a un jugador como yo, cuando me pongo muy técnico me cuesta jugar al golf. Esta semana no ha habido nada de eso, lo hice al revés, le di menos importancia al putt y he hecho cero de técnica, sólo velocidad en el campo y sensaciones», comentaba.
Jon estaba satisfecho con un primera ronda en el THE PLAYERS, aunque aún hay alguna cosa que se puede apuntar en su debe. El inicio con -3 ha sido bueno, pero aún podía haber sido mejor por la manera que ha pegado a la bola desde el tee. Ha sido algo espectacular. Sin embargo, no ha podido sacarle todo el rendimiento porque su despliegue con los hierros no ha sido bueno. Ha cogido muchos greenes, que no es nada malo, pero le ha costado controlar el efecto de retroceso en unos greenes blandos. Es cierto que era el principal problema de hoy, pero Jon no ha conseguido encontrarse cómodo. Ha tenido segundos tiros muy francos como en el 15, 1, 4 o 5 y no ha logrado dejarse buenas opciones de birdie. La que más ha dolido ha sido la del 1, ya que ha terminado con un bogey desde el centro de la calle con un tripateo. Mientras, en el 5 ha hecho una gran recuperación para par.
Así las cosas, la sensaciones de esta primera ronda de Rahm son muy buenas. Ha recuperado chispa con el putter y ha estado mayestático desde el tee, la combinación letal de Jon. Si consigue ajustar los hierros y mantener las otras dos parcelas será difícil no verlo con opciones de victoria al final del torneo, ya sea el domingo o el lunes.
