Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El viaje de Azzopardi bien vale como título de una buena novela
La curiosa historia que se esconde tras el triunfo de Herbert en Bermuda

El viaje de Azzopardi bien vale como título de una buena novela

Compartir
Lucas Herbert posa con el trofeo de campeón del Butterfield Bermuda Championship.

Lucas Herbert se encontró el jueves del Butterfield Bermuda Championship al pie de un árbol en el hoyo 12. Había empezado por el 10. Tercer hoyo del día y el balance era el siguiente: un par sacado a duras penas en su hoyo inicial, bogey en el 11 y otro bogey cantado en el 12. Dos más en tres hoyos. Se volvió a su caddie y le dijo: «¿qué tal si vamos haciendo las maletas…?». Tres días después de aquel terrible augurio el australiano levantaba el trofeo de campeón en Bermuda.

¿Responde esta anécdota a la condición de llorón del australiano? No, no crean. Tenía sus motivos para pensar que su estancia en Bermuda iba a ser más corta de lo deseado, y no sólo por ese comienzo. Para entender ese instante de desesperación hay que retroceder unos días las hojas del calendario.

Herbert había fallado el corte en sus dos primeros torneos de la temporada del PGA Tour. En el Fortinet terminó a dos golpes del fin de semana y en el Sanderson se fue hasta cuatro. Sin opciones. Un desastre. Había tocado fondo. Tanto es así que decidió parar y meterse en faena. Llamó a su entrenador, Dom Azzopardi, que está con él desde los doce años, y le pidió que se viniera desde Australia para tratar de enderezar las cosas. Había perdido completamente la sensación con el swing.

Se pueden imaginar que hay que estar muy desesperado para meter a tu entrenador en un avión y pedirle que se cruce el mundo. Esa llamada de auxilio está ya entre las tres mejores decisiones de Lucas Herbert en toda su vida. «Podía fallar por los dos lados y no sabía muy bien ni siquiera cómo se estaba moviendo el palo. Hemos trabajado las dos últimas semanas en eso. Si soy sincero, el jueves y el viernes aún no estaba nada convencido de cómo estaba mi swing, pero por suerte el fin de semana sí ha hecho un clic y he empezado a sentir que todo iba por donde debía», explicó.

Lucas Herbert jugará el primer Masters de Augusta de su carrera

El viaje de Azzopardi surtió efecto. El swing de Herbert se recompuso y ya se sabe lo que ocurre cuando el golfista de Victoria está enchufado. Tercer victoria en menos de dos años y primera en el PGA Tour. Un viaje que vale por otro. El primero que hará Herbert a Augusta. «Me hace mucha ilusión disputar mi primer Masters. En los próximos días me sentaré con mi equipo y veremos si tenemos que rehacer el calendario, algo bastante probable».