Akshay Bhatia (-6), Rickie Fowler (-6), Kurt Kitayama (-6) y Will Zalatoris son los líderes del Travelers Championship una vez finalizado el turno matutino de juego de la primera jornada. Ilustres son los nombres, sin duda, y excelentes han sido sus respectivas rondas de 64 golpes en el TPC River Highlands (Cromwell, Connecticut), pero con todos los respetos los focos apuntan a otro jugador, Scottie Scheffler (-5), que vuelve a asomarse a lo más alto de la tabla después de una semana renqueante en Pinehurst. Quizá sea demasiado pronto para determinar que el ‘rodillo’ ha recuperado toda la finura y la energía, pero el caso es que hoy ha recordado mucho más al Scheffler de semanas y meses anteriores.
Es curioso: hoy, sólo en una hora, la que tardó en recorrer los cuatro primeros hoyos, casi sumaba ya los mismos birdies que los 72 hoyos del US Open, donde sólo firmó cuatro (hoy le hacía birdie a los hoyos 2, 3 y 4). “La semana pasada tiraba putts que parecían buenos y cuando levantaba la cabeza ni siquiera tenían una opción de ir adentro. Me costó mucho ver las caídas en los greenes de la semana pasada, encontrar la línea correcta”, ha señalado el texano justo después de terminar la ronda, sin duda aliviado.
No ha sido sólo cosa de los greenes. Scheffler ha encontrado algo más. “Esta semana encontramos algo en la calle de prácticas y hoy definitivamente he estado más cómodo con el swing. Es difícil de explicar pero he conseguido una mejor sensación en la parte alta del swing”. Pues eso, que es muy difícil de explicar, no es que no quieran hacerlo. Al fin y al cabo, en este deporte, las sensaciones pueden variar dramáticamente por cuestión de milímetros…
Tampoco lancemos las campanas al vuelo. Scheffler ha reconocido haber llegado a este punto de la temporada con mucho desgaste mental y emocional, así que to0davía habrá que testar en las próximas rondas si realmente ha recuperado al ciento por ciento su mejor versión. Hoy, desde luego, ha enchufado putts de media y hasta larga distancia y también se ha anotado un poderoso eagle en el hoyo 13, donde pegaba una madera fantástica desde la calle para dejarse un putt de poco más de dos metros. Que viene, que viene…