Matt Fitzpatrick (-14) es el líder del RBC Heritage después de la tercera jornada. El inglés, que en dos meses defenderá su título en el US Open, igualaba el mejor resultado de la semana en Harbour Town, un 63 que lo ha disparado a lo más alto. Lo que ocurre es que por detrás de él se extiende como un reguero de pólvora, listo para hacer combustión, una amplísima lista de candidatos. Hasta veinte jugadores tenemos en cinco golpes, un margen salvable en un campo que no hace más que tentar al jugador, pero que perfectamente también puede cazarlo.
Fitzpatrick tiene entidad más que suficiente para considerarlo favorito principal, por supuesto que sí. Pero ahí arriba se van a dar bofetadas. Por ejemplo, el inglés va a compartir partido estelar el domingo con Patrick Cantlay (-13) y Jordan Spieth (-12) (los partidos salen mañana en grupos de tres). El primero no ve la hora de unirse a la escueta lista de ganadores de un torneo designado, dado el apabullante dominio de los Rahm y Scheffler en estas citas; y el segundo parece dispuesto a defender con éxito su condición de defensor del título.
Y ya que aquí se ha citado a los dos grandes pesos pesados de la temporada, Rahm (-8) y Scheffler (-11), digamos que el primero, el español, sí parece lo suficientemente descolgado como para considerar sus opciones, partiendo en la jornada decisiva a seis golpes. Pero el segundo, el texano, todavía puede ser mucho más que un animador, pues hoy entregaba una tarjeta de 69 golpes y partirá a tres del líder. A ver, maticemos: si Jon es capaz de firmar un 63, o incluso un 64, todavía podría poner en apuros al resto. Dejémoslo ahí, sin más, que casi produce sonrojo esperar del vasco que estire el chicle hasta el infinito.
Mientras tanto, no perdamos de vista tampoco a Taylor Moore (-11), un jugador al que se le ve una proyección fantástica y que no hace tanto tiempo, menos de un mes, ganaba el Valspar partiendo de una situación muy similar en la última ronda (por cierto, otro producto de la inagotable cantera del año 1993). Otro inglés, Tommy Fleetwood (-11), que también estuvo hasta el final en la pelea por el Valspar, maneja asimismo serias opciones, para regocijo del capitán europeo de la Ryder, Luke Donald. Fleetwood siempre ha sido un especialista en remontadas dominicales, aunque todavía no haya podido demostrarlo en el PGA Tour. Quizá sea éste su momento.
Vamos a ver también hasta qué punto es un factor el tiempo, pues hay un ligero riesgo de tormenta eléctrica y, por tanto, de alguna suspensión, y también parece que puede llover. Finalicemos recordando que también está en juego, vaya por Dios, el Número Uno del mundo. Quedémonos con estas dos ideas: si Scheffler gana lo recuperará; si queda segundo en solitario, Jon necesitaría ser tercero.
