Jon Rahm ha vuelto a dar una auténtica lección de campeón en el campo, con su vuelta de 64 golpes que lo mete en la pelea por la victoria en el RBC Heritage, y fuera de él cuando ha atendido a los medios de comunicación y ha realizado una reflexión para enmarcar. Sobre el cansancio, el compromiso y el respeto al público.
Merece la pena destacar el diálogo completo entre el campeón del US Open y el Masters y el periodista:
– «¿Alguna vez pensaste en tomarte el fin de semana libre?»
– JON RAHM: «¿Qué, como tirarlo?»
– «No, no tirarlo, sino ver qué pasa, dejarse llevar».
– JON RAHM: «No entiendo lo que quiere decir».
– «Ayer jugaste mal y hoy sales, sigues cansado… ¿Por qué jugar bien?»
– JON RAHM: Es mi trabajo, ¿correcto? La gente paga su dinero duramente ganado para verme jugar. No les importa si dormí bien o mal, si me siento bien o mal. Eso no importa. Como competidor, no me voy a dejar llevar nunca. Voy a salir e intentar tirar una vuelta baja. Mi intención siempre es esforzarme al máximo y eso es todo. ¿Me hubiera gustado poder tomarme la semana libre? Sí, pero no ha sido el caso. Y una vez aquí se trata de darlo todo».
«La gente paga su dinero duramente ganado para verme jugar. No les importa si dormí bien o mal, si me siento bien o mal. Eso no importa»
No hay mucho más que añadir. Es la lección de un gran campeón que se viste por los pies. Rahm admitió que el buen inicio, con dos birdies en los tres primeros hoyos del día, ayudó. «Es bastante gracioso, después del birdie en el hoyo 12 le dice a Adam, vaya, se ve que soy el malo del grupo… sólo iba dos menos en tres hoyos (Spieth empezó con tres menos en tres hoyos y Scott con cuatro menos en cuatro hoyos). No pensé que sería el peor, pero luego hice dos más».
Jon destacó también la mejoría con el putter respecto al jueves. «Ese comienzo fue obviamente clave. Me aproveché de que algunos hoyos, con los golpes de salida adecuados, estaban muy factibles y pude acabar bien. Destacaría los dos putts de tres metros para par en los hoyos 18 y 9. Fueron claves para hacer una vuelta tan baja. La principal diferencia fue que pude hacer algunos de esos putts que no hice ayer. Un montón de putts de menos de tres metros que mantuvieron la ronda con birdies y pares», señala.
Rahm nota que su cuerpo va mejorando a cada hora que pasa y confía en estar a tope el fin de semana. «En el Pro-Am me sentí genial, pero después de tres hoyos mi cuerpo dijo basta. Ayer me sentí bien, pero el final me costó un poco y el retraso meteorológico no ayudó. Y hoy en general me he sentido bastante bien».
Jon reconoce que le cuesta que la mente no vuele hacia lo que ocurrió la semana pasada. «Mentalmente es más rápido recuperarse justo después de una victoria, una vez que procesas un poco las cosas, aunque no es fácil porque me intento centrar en el día, en el campo, pero te vienen muchos recuerdos constantemente. Ayer fue más difícil y hoy más sencillo».
