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Glen Oaks: el patito feo se convirtió en cisne

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El hoyo 2 de Glen Oaks. © PGA Tour
El hoyo 2 de Glen Oaks. © PGA Tour

Al recorrido de Glen Oaks Club, sede del Northern Trust Open situado en Old Westbury, Long Island, Nueva York, no lo conoce ni la madre que lo parió. Los jugadores que disputarán desde este jueves el primer Playoff de la FedEx Cup están asombrados y los socios, directamente, no dan crédito. El presidente del club, Howard Smith, aún se queda con la boca abierta cuando se coloca en el tee del 5 y trata de recordar lo que era antes y lo que es ahora su recorrido tras la extraordinaria renovación a la que se sometió en 2011.

Glen Oaks era algo así como el patito feo de Nueva York. El club se creó en 1924 y en los años sesenta se mudó por cuestión de espacio a su ubicación actual, Old Westbury. Se diseñaron entonces tres recorridos de nueve hoyos que se podían jugar según la combinación que quisiera cada golfista. Era divertido, pero estaba completamente eclipsado por sus egregios vecinos: Shinnecock Hills, Liberty National, National Links o Bethpage. Todos ellos campazos.

Así, un buen día, Howard Smith lideró la decisión de darle algo más que un lavado de cara a su viejo campo. Quería ser la envidia de Nueva York, competir de tú a tú en la liga de los grandes. Para ello, simplemente, preguntó quién era el mejor para hacerlo y contrató los servicios de Craig Currier, el superintendente que se formó en Augusta National y que convirtió Bethpage en uno de los mejores campos del mundo en los años 90. “La primera vez que vi el campo me pareció una selva. Tenía muchos árboles, era estrecho, si perdías calle era un drama, pero me gustaban los greenes y le vi posibilidades. Me gustó el reto”, asegura. En 2011 se puso manos a la obra y realizó un trabajo excepcional. Hace dos años el PGA Tour, buscando una sede para suplir este año a Liberty National, cerrado para acoger la Presidents Cup, visitó Glen Oaks y no tardaron ni dos minutos en tomar la decisión. “Aún me parece increíble que vayamos a ser la sede de un gran torneo del PGA Tour”, asegura el presidente.

Vean cómo ha cambiado el hoyo 5: a la izquierda cómo era antes y a la derecha cómo es ahora. © PGA Tour
Vean cómo ha cambiado el hoyo 5: a la izquierda cómo era antes y a la derecha cómo es ahora. © PGA Tour

El campo está impecable. Jon Rahm se cruzó ayer en el hall del hotel oficial del torneo con Danny Lee y el neozelandés aún estaba alucinado con lo que había visto. “Está impecable, perfecto. Es impresionante”, le dijo. Dicen los que ya lo han jugado que recuerda estéticamente al Augusta National. Es más, lo llaman el Augusta del norte. “Yo diría que lo han clavado”, asegura Hagestad, campeón el año pasado del Mid-Amateur que ha tenido la posibilidad de jugar en los dos campos.

Glen Oaks se ha preparado para el Northern Trust Open como un par 70. Es una mezcla de los 27 hoyos que tiene el club. Tiene calles muy anchas, con desniveles muy pronunciados, muy bien protegidas por árboles y los búnkers son de una arena blanca espectacular. Por todo esto recuerda a Augusta. De hecho, apenas tiene rough, ya que la principal defensa, además de los árboles, son los búnkers. Sin rough, entran más en juego.

Así, el Augusta del norte, será un aliciente más del estreno de los Playoffs de la FedEx Cup. Si pasa la prueba con nota, no descarten que en unos años veamos el campo convertido en sede del US Open o el PGA Championship.