El número 1 del mundo, Jason Day, afronta con las ideas claras su participación en el Genesis Open de esta semana, en el Riviera Country Club de California. Sabe que no debe «obsesionarse con seguir siendo el número 1» porque, «cuanto más te centras en ello y más te presionas, más errores cometes, más frustrado terminas y haces cosas estúpidas en el campo que nunca deberías hacer».
«Tengo que concentrarme en golpear la siguiente bola, y después la siguiente, y así todo el tiempo si quiero vencer a los demás», explica. Una forma de aplicar al golf el ya famoso «partido a partido» del Cholo Simeone en fútbol.
Para Day, además, el torneo será una especie de reto porque sus resultados anteriores en Riviera han estado muy lejos de su nivel. En dos ocasiones ni siquiera pasó el corte y en su última participación, en 2012, finalizó en 62ª posición. «Si me fijara en eso, igual no debería ni empezar a jugar el torneo», bromea Day.
La buena noticia es que dos de sus tres victorias de 2016 (el Arnold Palmer Invitational y The Players Championship) llegaron en campos en los que tampoco había tenido buenos resultados anteriormente: Bay Hill y TPC Sawgrass. Además, aunque no esté teniendo el comienzo de año soñado, valora la mejora de su juego en los últimos días: «Me olvido rápido de las cosas. Tengo que hacer muchos cambios para jugar bien aquí, pero de nuevo, lo veo por el lado positivo tras comprobar cómo está progresando mi juego».
