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El australiano revela que sufrió otro vez mareos en la última ronda del Masters

Los ataques de vértigo siguen dando la lata a Jason Day

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Jason Day
Jason Day, en el última Masters.

Jason Day vive con una cruz a cuestas, un calvario con el que convive, en mayor o menor medida, desde 2015, cuando se desplomó en el US Open en Chambers Bay en el último hoyo de la segunda ronda. Desde entonces lleva ocho años con este problema el ex número uno del mundo, que no levanta un trofeo como vencedor de un torneo desde 2018. Demasiado tiempo para un golfista de su enorme talento.

Daba la sensación de que había mejorado en los últimos tiempos en los asuntos referentes a su espalda y su cuello y, de hecho, había logrado siete top ten antes del último Masters. Pero otra vez los ataques han vuelto a dar la lata a Day. Antes de Augusta, ya le había dado algún aviso el maldito vértigo. Dispuso de la oportunidad de acabar entre los 12 primeros en el Masters, lo que le habría asegurado una invitación para 2024, pero se vino abajo de manera espectacular con cuatro doble bogeys en sus últimos 10 hoyos para terminar 39º. «En la última ronda del Masters tuve vértigo, así que obviamente no fue divertido jugar en esa cuarta ronda», dijo Day antes de disputar el Wells Fargo Championship en Charlotte. «Tuvimos que terminar nuestra tercera ronda el domingo por la mañana y entonces estaba sentado en la caseta del caddie y fue cuando empecé a sufrir un ataque», recordó.

Day reconoció que no ha tenido «demasiados ataques» desde 2015 y que, cuando volvía, normalmente duraba unos tres hoyos y luego mejoraba gradualmente. A finales de marzo, el australiano de 35 años buscó atención médica durante su derrota en cuartos de final ante Scottie Scheffler en el evento Match Play del PGA Tour. «Fue vértigo, pero no quería que nadie… no quería hablar demasiado de ello, especialmente en el Match Play, porque fue sólo un pequeño ataque», apuntó Day. «Pero realmente me pateó el trasero en Augusta. Ese fue el momento en el que tuve que dar un paso atrás», aseguró. El ex número uno del mundo, que ganó el más reciente de sus 12 títulos del PGA Tour en 2018, ha hecho grandes progresos desde que bajó en el ranking debido a una mezcla de problemas de espalda, cambios de swing, problemas con el putt y lidiaba con la muerte de su madre.

Asimismo, Day dio su opinión sobre los torneos designados y el calendario para 2024, cuando está previsto que estos eventos elevated no tengan corte. «A mí me gusta que haya corte, sí. Estoy del otro lado de lo que la mayoría de la gente piensa con respecto a tener un torneo más corto. Vas a tener un gran field, lo que es genial. Si juegas bien en esos eventos, normalmente estarás entre los 50 primeros todos los años y así es mucho más fácil permanecer entre los 50 primeros. Pero creo que este año ha funcionado muy bien con los cortes. Quiero decir, hemos tenido a los mejores jugadores del mundo a la altura de las circunstancias en múltiples ocasiones. En definitiva, prefiero le corte, creo que sería mucho mejor», subrayó.

¿Y son esas novedades una respuesta a LIV Golf? «Por supuesto, 100 por 100. Hemos jugado al golf toda nuestra vida. Creo que la mayoría de los aficionados saben que vienes y juegas dos días. Si no lo haces bien, estás fuera, no te pagan. Así es como funciona nuestra vida. Que no se me malinterprete, si estoy en esos eventos y estamos jugando por dinero garantizado, tremendo. Hay que ver cómo nos va este año y el que viene y luego hablar entre nosotros. Creo que muchas de las decisiones del Tour y la junta directiva durante el último año, obviamente ha sido una reacción a lo que LIV ha puesto sobre la mesa. Nos jugamos más dinero por ambas partes. No estoy seguro de qué es más sostenible, pero ahora mismo miro el panorama y me siento bastante bien. Sólo intento volver a ganar al final del día y dejar la toma de decisiones a Rory y a esos chicos», cerró.

Resultados en directo del Wells Fargo Championship 2023