Hoy, al filo de las once de la mañana en Connecticut (16:55, horario peninsular español) salen a jugar juntos Jim Furyk y Sergio García en el TPC River Highlands. Todo un partido de solera, de viejos conocidos, compañeros y rivales en mil batallas, aunque el norteamericano sea diez años mayor que el español.
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Ahí están las carreras de uno y otro, bien surtidas y hasta cierto punto similares, si bien parece más completa la del español, a la que, en buena lógica, debe quedarle más recorrido al máximo nivel. Ambos han ganado un Grande, por ejemplo; pero Jim suma veinte victorias y Sergio se ha ido ya a las treinta. El de Pennsylvania, además, lo ha hecho prácticamente todo en su tierra, pues diecinueve de sus veinte victorias se dieron en suelo norteamericano (dos de ellas en Canadá) y sólo una lejos de allí (ganó un Nedbank en Sudáfrica), mientras que el de Castellón es un claro ejemplo de jugador global, con éxitos y triunfos en quince países distintos y en prácticamente todos los continentes, si bien un tercio de todas sus victorias se han dado asimismo en Estados Unidos.
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Ambos también se han visto las caras en la Ryder Cup con asiduidad, competición que ambos han jugado en nueve ocasiones, hasta la fecha. ¿Asiduidad? Más bien habría que hablar de machacona insistencia, porque en esta cita se han enfrentado hasta en diez ocasiones, tres veces en los individuales del domingo y otras siete en diferentes duelos por parejas. Sergio ha sido de largo el rival que Furyk más veces ha tenido en la Ryder, y a la inversa. Y en esta parcela no hay vuelta de hoja: Furyk sólo le ha ganado un partido al español, empató otro y perdió ocho.
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Ambos jugadores se respetan mucho, una vez superado aquel pequeño roce que tuvieron en el pasado (A Jim no le hicieron mucha gracia algunas celebraciones del español en la Ryder de 2002, en la que además perdió un partido contra él), así que no parece que hoy la Ryder vaya a ser tema de conversación entre ambos. En todo caso, si se permite el chascarrillo, no será seguramente el veterano norteamericano quien lo saque. Y por otro lado a Sergio tampoco le van este tipo de vaciles.
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Hay que añadir como curiosidad que Furyk debutó en la Ryder de Valderrama (1997), donde perdió los tres partidos que jugó en suelo español, y que en la última edición, en París, era el capitán de las barras y estrellas y aún tuvo que asistir al récord histórico de puntuación de su encarnizado rival, Sergio García, que llegaba en el Golf National a la increíble cifra de 25,5 puntos sumados en 41 partidos (Furyk ha sumado 12 en 34).
