Jon Rahm (-9) ha finalizado el BMW Championship, segundo play off de la Fedex Cup, con una tarjeta de 67 golpes, cuatro menos en el día, tercer mejor registro de la jornada, sólo por detrás de sendos resultados de 65 golpes de K. H Lee y Viktor Hovland. Como se ve, la esforzada remontada del jugador de Barrika, que había comenzado de manera abrupta en los segundos nueve hoyos del viernes, ha tenido continuidad en la ronda decisiva, hasta el punto de llevarle hasta el top ten de la clasificación (8º), desde aquellos últimos lugares de la tabla que ocupaba mediada la segunda jornada.
En su momento, una vez finalizada aquella segunda ronda, señalábamos que sus opciones de victoria eran ya nulas y también más que improbables las que tenía de arañar alguna posición en el ranking de la Fedex, para llegar mejor colocado al Tour Championship. Pues bien, a toro pasado puede confirmarse que el primer supuesto, el de la lucha por el triunfo, no lo ha tenido tan lejos; y desde luego que sí ha mejorado su situación de cara a la gran final, pues llegará undécimo, mejorando tres posiciones.
“Sigo pensando en lo que podía haber sido. Por un momento creí que podía hacerme un Olympia Fields”, aseguraba Jon una vez finalizada la ronda, refiriéndose a su victoria de 2020 en este mismo torneo, que entonces se jugó en el legendario Olympia Fields, donde firmaba un 75 en la primera ronda y conseguía un acumulado de -10 durante el fin de semana para terminar ganando a Dustin Johnson en el desempate. Un acumulado de diez menos, en efecto, el mismo que ha conseguido esta semana en el Wilmington Country Club…
“Esta vez estaba seguramente demasiado lejos, pero sigo pensando en lo que podía haber sido. Hay muchas maneras de ver esto. Esos últimos 45 hoyos, que he jugado con un parcial de catorce bajo par y un solo bogey han sido un tramo de golf realmente bueno en un campo donde la situación se ha ido poniendo firme. Al mismo tiempo, sigo pensando que en mis últimos 36 hoyos no he hecho ningún birdie en los pares 5, y en que en el 17 (par 4) he estado el sábado y el domingo a 50 yardas del green y lo mejor que pude conseguir fue estar a cinco metros para birdie… Pero vamos, que el error obvio fue estar cinco arriba después de 27 hoyos”, concluía el español.
Queda de todos modos suficientemente demostrado que Jon se está moviendo ya en su mejor versión. Hay que significar el modo como encaraba el torneo, muy afectado por la repentina pérdida de Ramón Barrenechea, y también el modo como se ha ido sobreponiendo a tal adversidad emocional. El jugador vasco, y así hay que señalarlo, todavía llegó a atisbar una pequeña opción de darle la vuelta a la situación y homenajear con una victoria a su amigo y colaborador…
Jon arrancaba hoy con dos birdies y es posible que fuera en ese momento cuando intuyera que podía ‘hacerse un Olympia Fields”, mucho más cuando además se dejaba otra espléndida opción de birdie en el 3, aunque luego no la convertiría. En efecto, Jon seguramente se ha dejado esa remota posibilidad en los pares 5 del recorrido de Delaware. En ellos, por ejemplo, el ganador Patrick Cantlay (-14), ha conseguido un parcial de cinco menos durante el fin de semana, justo los golpes que finalmente le ha sacado al español. En fin, este tipo de cuentas y cavilaciones no dejan de ser algo así como el famoso cuento de la lechera.
El caso es que Jon, que sigue coleccionado puestos de privilegio en los play offs de la Fedex (ha jugado 19 y suma 14 puestos entre los diez primeros), conseguía revertir su mal comienzo, para terminar siendo de los mejores en los greenes y también en la estadística de recuperaciones. De su juego de tee a green, ni hablamos… El caso es que la semana que viene partirá con una desventaja de siete golpes con el primero (él partirá con un resultado de -3 y Cantlay, actual número uno de la Fedex, lo hará con -10) y que de nuevo, sin comerlo ni beberlo, deberá arrancar en modo remontada. Si nos atenemos a sus últimos 45 hoyos en Wilmington, mejor será no descartar de antemano la campanada.
