Jon Rahm (-7) ha cerrado el Workday Charity Open con la mejor vuelta de la cuarta y definitiva jornada, un 64 que con toda probabilidad va a tener un efecto revitalizante en el jugador español. Ha sido de largo su mejor ronda de golf tras el regreso de la competición hace algo más de un mes, más allá incluso del guarismo concreto y de esos ocho golpes por debajo del par, que en sí mismo ya son datos elocuentes.
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En primer lugar, porque el Muirfield Village Golf Club es seguramente el campo más complicado que se ha jugado desde entonces. Pero sobre todo porque, a pesar de haber comenzado con bogey en el hoyo 10, Jon finalmente ha encontrado el ritmo, el tiempo y el don de la oportunidad. Ha sido capaz de mantener un nivel muy alto en prácticamente todas las parcelas del juego, sin dejar que los pequeños accidentes del día, que siempre se dan, hicieran mella en la confianza o en la actitud. Una excelente noticia, sobre todo si tenemos en cuenta que en apenas cuatro días arranca el Memorial en este mismo campo. Veremos entonces cómo se presenta el recorrido, porque la idea de Jack Nickalus, anfitrión y patrón del torneo, es ponerlo bastante más complicado (a ver si las lluvias que se esperan en la zona no arruinan sus planes), pero el hecho de marcharse hoy con semejantes sensaciones puede y debe marcar un antes y un después en este tramo suyo de la temporada, que tanto sinsabor y frustración le estaba trayendo.
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Hoy, Jon ha estado muy sólido desde el tee, pero en realidad no mucho mejor que, por ejemplo, en la jornada del viernes. Lo que ha marcado hoy la diferencia han sido sus hierros, que iban por el recorrido de Dublin echando fuego. Desde todas las distancias, además. Hoy ha exprimido a conciencia los pares 5 del campo, justo lo que no había conseguido en jornadas anteriores, pero es que además ha sembrado la vuelta de excelentes disparos desde la calle, dejándose varios birdies dados (hasta ocho birdies y un eagle se ha llevado en la mochila). Por último, el putter ha hecho su trabajo con la regularidad y consistencia que le ha faltado otras veces, aunque incluso se permitía el lujo de dejarse alguna buena opción por el camino.
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Su final de vuelta, por el hoyo 9, con una excelente salida y un segundo disparo fantástico que dejaba la bola a poco más de medio metro de la cazoleta, era el perfecto resumen y colofón de una jornada que al fin puede cambiar la puñetera dinámica en la que andaba enredado el joven vasco.
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Y no puede llegar en mejor momento el reencuentro de Rahm con Rahmbo, en las vísperas de un torneazo que, entre otras cosas, nos regala el regreso de Tiger Woods a la competición. Y al ‘boss’ hay que recibirlo con las mejores galas. A él y al resto de ‘bichos’ que se van a dar en la cita, porque del top ten mundial sólo falta Adam Scott. Jon, de momento, les deja a todos una interesante tarjeta de visita en la taquilla: este bendito 64, que ha sido el mejor resultado del torneo esta semana.
