Un rookie de 23 años, desgarbado con sus 195 centímetros de estatura, estudiante de la Universidad de Georgia y luciendo una sudadera con capucha tiene boquiabiertos a todos los aficionados después de poner en fila india a todos en el American Express. A todos… menos a Jon Rahm, que va tras él como Miguel Induráin perseguía a cualquier rival en una crono o en la montaña. Killer. El estadounidense Davis Thompson se colocó en cabeza tras la primera jornada con -10 y cabía esperar que los favoritos en el Valle de Coachella lo adelantaran por la izquierda y por la derecha. ¡Ja! Continúa al frente con -18. El vasco (-16) está a dos golpes al igualar las ocho menos de Thompson, aunque las hizo de una a una, sin eagles en la ronda. Dos 64 seguidos. Y, ojo al dato, la última vez que Rahm hizo -16 en dos rondas en el American Express… ganó (2018).
Este chico de Alabama, que compitió en el Nicklaus Tournament, el mismo campo que jugó el as español, se convirtió en águila, el rey de los eagles, sumando dos en una fabulosa racha de birdie-eagle-birdie-birdie-eagle entre el 12 y el 16: ¡siete menos en cinco hoyos! Y súmenle otro bocado de dos golpes al campo en el 2 (el 11 en su vuelta al salir por el 10). Y añadan otros dos eagles en la primera ronda, cuando compitió en La Quinta. Los diez golpes arañados en dos jornadas suponen que iguala el récord del PGA Tour a 36 hoyos. Qué bárbaro.
Le quedan dos vueltas al muchacho de Auburn para confirmar sus excelentes prestaciones en el PGA West, ambas en el Stadium Course, como Rahm, y puede pesarle la inexperiencia, aunque fue noveno en el Fortinet, y, quizás peor, que ha obligado al campeón de Barrika a meter la sexta marcha para ir a la caza del hombre-águila. ¿Qué decir del español? Se agotan los calificativos. Esa capacidad para exprimir los campos es de otra galaxia. Y no se relaja. Da igual que juegue con altura en Europa (Madrid), en el desierto de Dubái, en el irregular campo de Kapalua (Hawái) o en otro lugar arenoso en California. Pelea y… gana.
Comentó Rahm el miércoles que Rafa Nadal nos tiene a los españoles muy malacostumbrados con sus 22 majors. Salvando todo tipo de distancias y, obviamente, el palmarés en los grandes, los números del vizcaíno son de una fiabilidad que asusta. Sea donde sea, como ya ha dicho. Como un martillo pilón, fue paso a paso para empatar en el coliderato con Thompson y J. T. Poston a -12, aunque luego el primero empezó su festival aguileño. Rahm, a lo suyo y empezando por el tee del 10, se anotó cuatro birdies en los primeros nueve y otros tantos en los segundos, además libre de bogeys. Eficacia probada. Mejoró el acierto con el driver (más del 80% cogidas) y demostró por qué es uno de los mejores pateadores del mundo (cuarto en este rango en el torneo).
En definitiva, Rahm está nuevamente un fin de semana con opciones muy serias y sólidas de llevarse la victoria. El Stadium Course lo espera el sábado y el domingo, como a Thompson, que andará vigilando por el retrovisor con la nerviosera de poder ser embestido por el expreso de Barrika. El mejor del mundo por mucho que el nuevo ranking mundial lo ubique en la cuarta plaza.
A la fiesta también ha llegado otro golfista con un gen competitivo asombroso: Tom Kim, más mocito aún que Davis Thompson y con dos victorias del PGA Tour ya en la buchaca. El surcoreano se desquitó de su discreta primera vuelta con diez menos (ocho birdies y un eagle) también en Nicklaus Course. Va detrás de Rahm con -13, empatado con su compatriota Sungjae Im, los estadounidenses Poston y Tyler Duncan, y el australiano Jason Day, que reverdeció viejos laureles con una tarjeta de -8.
En la lucha por el número uno mundial (¿no está Rahm?, no), los dos aspirantes a desbancar a Rory McIlroy van parejos, aunque pinta mejor para Scottie Scheffler, a quien le basta con acabar noveno en solitario o mejor para recuperar el trono. Scheffler ocupa precisamente ese puesto, aunque igualado con varios, con -11. Patrick Cantlay será número uno si gana y su rival termina por encima de la octava plaza, pero se encuentra a ocho golpes de la cabeza (-10).
Por cierto, como dato curioso, todos los jugadores (13) que integran el Top 10 han competido este viernes en el Nicklaus Course o en el Stadium Course; no hay ninguno de La Quinta, el tercer campo de la rotación, donde el viento causó más estragos que en los otros dos.
