Jon Rahm ha repetido por activa y por pasiva que siempre sale a ganar. Siempre. Su espíritu competitivo está fuera de dudas y si esa actitud es acompañada por un estado de gracia espléndido, pues en cada ronda se le puede ver merodeando por las alturas, en los puestos cabeceros, como corresponde al número cuatro del mundo, posiblemente el golfista más en forma del planeta en estos momentos. Quedó patente en la primera vuelta del American Express, donde se estrenó en La Quinta con -8 y el segundo puesto antes de afrontar el viernes el Nicklaus Tournament y el sábado el Stadium Course. El liderato no le queda lejos, a dos golpes, lugar de privilegio que ocupa el joven estadounidense Davis Thompson, que cuajó un excelente -10 concebido también en el mismo campo que el español.
El león de Barrika hizo una declaración de intenciones, de que viene a por todas al tercer torneo del año después de su imponente victoria en el Sentry hawaiano, con un brioso inicio de vuelta: birdies al uno y al dos. Cierto que en los tres recorridos caen los aciertos con una pasmosa facilidad. Más de 120 jugadores terminaron bajo par y el corte se situó en -3 y bordeando el -4. Si Rahm elogia el driver como el mejor palo de su bolsa, aunque en su debut en el desierto californiano cogió el 70% de las calles, ¿qué decir del putter? Echa humo. Igual que el sand, con el que salvó tres golpes desde la arena.
Aprovechó el 5 y el 6 con sendos putts de dos a tres metros y encadenó un tercer birdie embocando desde seis metros: -5 en siete hoyos. Se le escapó una buena ocasión en el 9 para seguir dándole bocados a La Quinta antes de cometer su único bogey de la vuelta en el 10 al marrar un putt corto. Pero la determinación del vizcaíno hizo que olvidara pronto el malestar y enganchara del 11 al 13 tres birdies seguidos. Ya estaba en el Top 10, pero este muchacho siempre quiere más y más. Dejó la bola dada en el 17 tras un approach de libro. Venía de hacer 28 birdies y dos eagles en Maui a comienzos de año y abrió el American Express con nueve aciertos…
De la ilustre nómina de candidatos al triunfo, Scottie Scheffler, número dos del mundo, tiene trabajo por delante al concluir con -4, también por La Quinta, mismos resultado y campo que Patrick Cantlay, quinto del ranking y con quien pugna por arrebatar el número uno a Rory McIlroy. Xander Schauffele, sexto, sí tomó impulso en su vuelta tras los problemas musculares que lo dejaron fuera de juego en el Sentry y va séptimo con -7. Will Zalatoris y Tony Finau van de la mano con tres abajo, muy lejos del liderato.
Davis Thompson, un chico de 23 años de la Universidad de Georgia, dio la sorpresa de la jornada con un vueltón de 62 golpes. Con cuatro birdies y dos eagles, igualó el mejor parcial de siempre de los nueve primeros hoyos en La Quinta y no se vino abajo, aun siendo prácticamente un novato y ocupar el puesto 169 en el ranking mundial, para sumar dos aciertos más. Tampoco es la primera vez que se deja ver arriba, pues en el Fortinet salió el domingo con opciones de victoria. Parecía que Sam Burns podía darle caza porque marchaba imponente por el Stadium Course con nueve menos en 14 hoyos, pero no sacó tajada del par 5 del 16 y, para más inri, tuvo un traspié final en el 18.
A Rahm y a Burns los escoltan en la segunda plaza los estadounidenses Tyler Duncan y Taylor Montgomery (este último está desplegando un excelente golf con siete Top 15 en los últimos torneos), y Matti Schmid, cuya magnífica vuelta la coronó con un impresionante tiro a la isla del 17 del Stadium Course para dejar la bola a medio metro. El alemán y el sudafricano Dean Burmester (-7), que atraparon la tarjeta del PGA Tour en verano en las finales del Korn Ferry, tuvieron un gran inicio de torneo; algo peor lo pasó el belga Thomas Detry (-3), que adquirió a la par que ellos los derechos para el circuito americano y que llegó a California tras un largo viaje desde Abu Dhabi. Más atrás anda Si Woo Kim, reciente vencedor del Sony Open, con -2 en el total.
Echando un ojo a la dificultad de los tres recorridos, el Top 10 demuestra que fueron muy parejos, puesto que seis de los golfistas con las tarjetas más bajas compitieron en el Nicklaus Tournament, otros cinco en La Quinta y cuatro en el Stadium Course.
