Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El voraz apetito de Rahm y las «increíbles sensaciones» con su nuevo...
El español habla de su ambición y del excelente rendimiento del Paradym de Callaway

El voraz apetito de Rahm y las «increíbles sensaciones» con su nuevo driver

Compartir
Jon Rahm
Jon Rahm comparece antes del American Express. © PGA Tour

Jon Rahm vuelve a escena después de su glorioso, imperial, triunfo hace diez días en el Sentry Tournament de Hawái, donde forjó una remontada histórica para tumbar en la lona a Collin Morikowa y coronarse en el primer torneo de 2023. El español está radiante por su espectacular racha en los últimos torneos y a pocas horas de empezar a jugar el American Express dejó una idea clara que tiene grabada a fuego desde que empezó a competir en este deporte.

«Juego para ganar siempre», dijo alto y claro cuando le preguntaron qué cambió desde su debut en el PGA Tour a cuando logró su primer triunfo. «Conseguir la primera victoria es obviamente una gran ventaja si puedes hacerlo pronto. Creo que lo hice en mi decimosexta o decimoséptimo torneo como profesional en el PGA TOUR. Es temprano en la carrera de alguien, así que eso te da mucha confianza. Da más confianza para seguir adelante. No hice nada diferente. Desde la primera vez que jugué y en el futuro, el primer día del jueves mi intención es ganar y eso nunca va a cambiar», señala el campeón de Barrika, demostrando su inmenso espíritu competitivo, su voraz apetito para acaudalar victorias o excelentes resultados en su hoja de servicios. «Es un estado mental más que otra cosa, pero no cambié nada para tener que ganar», asegura.

Rahm sabe que ha hecho los deberes desde bien temprano al comenzar con éxito en Hawái. No es cosa menor, pues él apenas juega en otoño, únicamente un torneo, y «empezar 2023 con una victoria maximiza mis oportunidades de conseguir tantas victorias como sea posible. Es un gran comienzo. He visto a algunos jugadores ganar esa prueba y luego irse de rositas durante un año. Como Cam Smith el año pasado». El australiano ganó el Sentry, The Players y The Open Championship, ojo a los trofeos, antes de irse a LIV Golf, donde se impuso en un torneo y, de propina, en el PGA de Australia.

Ganador de este evento en 2018, el vizcaíno se disculpó al decir que las críticas al campo el año pasado se debieron a un desahogo por la frustración. Aparte de eso, la transición de un campo como el de Maui a los del desierto californiano le viene bien para ir adaptándose a las recorridos habituales del PGA Tour: «En Hawái estás jugando en un campo de golf con muchos lies desiguales, muchos vientos cruzados, es un golf muy inusual; es muy fácil compensar el golpe con el viento. Juegas en greenes muy lentos y granulados. Puede llevar algún tiempo adaptarse al golf, digamos, del PGA Tour de forma regular en los principales terrenos. Ésta es una buena puesta a punto para el resto del año», afirma el combativo Rahm, que espera obtener otro triunfo en el desierto californiano.

El español está alucinado con las prestaciones del nuevo driver de Callaway, que estrenó a lo grande en el Sentry. No ocultó las ventajas que aporta el Paradym y se deshizo en halagos por el excelente trabajo de la marca. «No puedo evitar hablar de lo bien que se siente en el impacto. No me dejo llevar por el sonido u otras cosas, asumiendo que el rendimiento es bueno. El impacto a través de la bola, incluso cuando la golpeo mal, es una sensación tan buena que no sé explicarlo. La única conclusión lógica para mí es que el punto dulce es cada vez más grande. Por tanto, tu distancia media va a ser mayor y vas a ser un poco más recto. Pero aparte de ser un driver estéticamente muy bonito no sé qué pasa con el impacto. No sé qué demonios han hecho, pero la sensación es increíble», celebra Rahm.