Jon Rahm (-7) ha firmado una ronda de 69 golpes, una menos en el día, en la primera jornada del TOUR Championship, la gran final del PGA Tour con 18 millones en juego para el ganador. Un registro que lo sitúa a tres golpes del liderato que comparten Viktor Hovland (-10), Keegan Bradley (-10) y Collin Morikawa (-10), así que, visto por ahí, digamos que el asunto no va nada mal…
Sin embargo, hay varias lecturas que pueden y deben hacerse del arranque del español. Y no todas son tan positivas. Alguna, al menos, deja un regusto de incertidumbre. Jon le ha ganado la partida a East Lake porque es muy bueno y porque su actitud ha sido notable y no se rinde nunca (terminaba con sendos birdies en los hoyos 17 y 18), pero lo cierto es que, birdie arriba o abajo, no ha conseguido cambiar la dinámica que venía mostrando en estos play offs.
De nuevo se ha mostrado incómodo con el driver en las manos (6/14 calles cogidas), circunstancia que en sí misma es negativa para cualquiera, pero más todavía en el caso del de Barrika, acostumbrado normalmente a sacar ventaja de una consistencia marmórea desde el tee. Otra vez, como las dos semanas anteriores, se le ha visto jugar hoyos casi perfectos cuando conseguía poner la bola en calle, pero tampoco puede decirse que haya estado ‘súper’ con el putter, de tal manera que sus vueltas van del parece que arranco al no termino de arrancar.
Jon, como se ve, anda sofocado en la cocina, va de aquí para allá y hasta salva los platos (una vuelta de 69 no es incomible…), pero no termina de ligarle la salsa. Antes o después se le corta o no queda lo fina que demanda la reputación de su golf.
Jon no ha destacado este jueves en ninguna parcela del juego, pero el caso es que está ahí. Eso sí, parece absolutamente obligatorio que mejore sus prestaciones desde el tee para darse una opción de ganar la Fedex Cup. Es cierto que salía hoy a cuatro golpes del líder y ahora está a tres, pero también lo es que entre medias se le ha metido más gente, y no es una gente cualquiera, que estamos hablando de los treinta mejores del curso.
Después de errar un putt muy corto de par en el hoyo 2, el caso es que el jugador español venía bien situado después de jugar los dos primeros tercios de la vuelta, con un parcial de dos menos, aunque ya había tenido que salvar alguna situación peliaguda y desde luego no transmitía esa sensación de poderío de otras veces. Sin embargo, tres errores consecutivos (las salidas de los hoyos 13 y 14 y un chipecito en el 15) lo llevaban de nuevo al purgatorio de estos play offs… Entonces, a partir de ese momento y quizá a la desesperada, quién sabe, se ha visto al mejor Jon del día. Se le escapaba el birdie en el 16, pero los amarraba en los hoyos 17 y 18 para seguir estirando el chicle. Aquellos cuatro meses memorables, de enero a abril, bien lo merecen. Rahmbo sigue en pie.
