– Scottie Scheffler no es muy amigo de meterse en grandes disquisiciones técnicas sobre su swing. Digamos que no le da demasiadas vueltas al coco sobre el movimiento, las posiciones del palo, posturas del cuerpo y demás… Al menos, públicamente, transmite la sensación de querer siempre simplificar las cosas. En este sentido, recuerda a Jon Rahm y está en las Antípodas, por ejemplo, de Jordan Spieth.
Claro que a veces cuando uno reduce tanto los conceptos puede ponerse delante de preguntas que directamente no tienen respuesta. O al menos eso parece. Scheffler admitió este viernes después de la segunda ronda del Sentry Tournament of Champions que el putter es la parcela del juego en la que más ha trabajado durante la pretemporada invernal. «Me he centrado especialmente en el golpeo de la bola en los greenes. El objetivo es tratar de averiguar porque hay momentos en los que simplemente los putts dejan de entrar…». Toma ya. Casi nada. Esta es la búsqueda del ‘imposible’ de Scheffler.
Por cierto, que si algún día encuentra la respuesta, mejor que la guarde para él o que escriba un libro para forrarse… Ríete tú de Harry Potter o el Señor de los Anillos.
– Hablamos de putters… Justin Thomas está jugando esta semana con un Scotty Cameron Circle T 303 SSS. Los más locos del equipamiento sabrán que este palo lleva en el mercado ya unos añitos. No en vano, Thomas lo compró cuando estaba en el instituto y lo usó por última vez en su primera año de universidad. «Siempre ha estado ahí, me lo suelo llevar a los torneos y practico con él y lo utilizo mucho en partidas con amigos. Es la primera vez que lo saco en un torneo profesional. Me trae muy buenos recuerdos», asegura. De momento, se está mostrando un poco frío en los greenes.
– Scheffler jugó el viernes con Fitzpatrick en la segunda jornada del Sentry. Fue una partida agradable que arrancó en el tee del 1 con unas buenas carcajadas. Al anunciar el partido al público, presentaron a Scheffler como ganador de cuatro torneos del PGA Tour en 2022 y los fue enumerando uno a uno. El comentario de Billy Foster, caddie de Fitzpatrick, fue: «será el tío codicioso…». Risas del personal. Acto seguido, turno de Matthew. Lo presentaron, claro, como el campeón del US Open. «Toma ya, este no lo tienes tú», le dijo el inglés. Más risas.
– Jordan Spieth reconoció ayer que el campo donde más ganas tiene de ganar un torneo es Riviera, sede del Genesis Invitational que está a la vuelta de la esquina, y calificó el Plantation Course como el «mejor recorrido de golf de un resort del mundo».
– Si hacemos caso a pies juntillas a la historia y la estadística, ya le pueden ir dando el trofeo de campeón del Sentry a Collin Morikawa. Cuatro jugadores antes que él llegaron al ecuador del torneo con 130 golpes o mejor. Todos ellos ganaron. Por suerte, las estadísticas no siempre se cumplen. Y no lo decimos porque le deseemos ningún mal a Morikawa, sino porque de lo contrario sería muy aburrido todo…
– Jon Rahm le está pegando duro en Kapalua. Es el más largo de media en el Sentry. Se miden para esta estadística los drives de los hoyos 3 y 15. Su media es de 306,9 yardas. Ayer soltó uno de 415 yardas en el hoyo 12… y no fue el más largo. Justin Thomas se marchó a las 427. Las cosas del Plantation.
– Regresamos al mundo putter, el palo que más desvelos suele producir en los golfistas profesionales y amateurs. Morikawa admitió este viernes que ha vuelto a divertirse en los greenes desde que empezó a trabajar con Stephen Sweeney, entrenador de putt de Sergio García entre otros. «Ha conseguido liberar mi cabeza, quitarme presión. Ahora me lo tomo casi como un niño. Me apetece patear, me gusta el reto. Me he quitado muchas ataduras. Ya sólo me pongo encima de la bola y pienso en meterla en el hoyo, nada más. Creo que así piensan los mejores del mundo», apuntó. Y si dejan de entrar, pues que le pregunte a Scheffler por si hubiera encontrado la salida a su gran encrucijada.
