Jon Rahm (+2) ha firmado un sobresaliente 66 en la tercera ronda del BMW Championship. Ha igualado el mejor resultado del torneo con Kevin Streelman, ha ganado más de 30 posiciones en la tabla y se ha situado en la sexta plaza, toda una jugada maestra en el día del movimiento. Se encuentra a sólo tres golpes del liderato que comparten Dustin Johnson y Hideki Matsuyama con -1, los únicos que se mantienen ahora bajo par.
Es cierto que el recorrido Norte del Olympia Fields Country Club arrancó hoy un poco más accesible, gracias al agua que caía en las últimas horas y que dejaba los greenes un poco más tiernos. La bola se paraba un poco mejor en los disparos a bandera, pero nadie vaya a pensar tampoco que el campo de Illinois ha pasado de ser un infierno a un remanso de paz. Ha seguido siendo un duro test de golf en las primeras horas, tal y como lo muestran otros resultados que se han ido dando. Tiger Woods (+10), por ejemplo, sucumbía al final con un doloroso triple bogey en el hoyo 17, y Justin Thomas (+8) cerraba una ronda de 71 golpes, una por encima del par, mismo registro que firmaba Kevin Na (+7), compañero de partido del de Barrika. En resumen, se han visto 19 resultados bajo, de largo más que ningún otro día, pero eso no significa que sea sencillo ganarle la partida al campo.
Una radiografía objetiva de la lacerante cobertura televisiva americana
Hoy Jon lo ha hecho todo bien. Seguro desde el tee y pegando un manojo de excelentes tiros desde la calle: en el hoyo 3 se dejaba casi hecho el birdie desde 125 metros y, lo que es aún mejor, en el par 3 del 8 repetía la operación después de pegar un tirazo de más de doscientos metros desde el tee. Por si fuera poco, Jon ha estado sencillamente impecable, perfecto, en las recuperaciones alrededor de los greenes (5/5) y más chisposo y certero con el putter en la mano, hasta el punto de haber enchufado al menos dos putts desde más allá de los cuatro metros.
Estreno editorial de Ten Golf Books: Jon Rahm. Señalado por los dioses
El único bogey en su tarjeta, el del hoyo 5, tenía lugar después de sufrir un despiste monumental, pues levantaba la bola en el green antes de marcarla, cuando iba a patear para birdie desde unos trece metros. Tras apuntarse la correspondiente penalidad ahora tenía esa misma distancia para salvar el par, pero dejaba la bola muy corta y aún se dejaba un putt de casi dos metros para salvar el bogey. El propio jugador reconocía tras acabar la vuelta que ese putt corto había sido el golpe decisivo de la jornada, pues le habría costado mucho más asumir el doble bogey después de cometer un error tan absurdo e inusual.
Declaraciones completas de Jon Rahm: «Jamás pensé que me pasaría algo así en mi carrera profesional»
Sea como sea, el joven vasco vuelve a demostrarnos a todos que los torneos están para apurarlos hasta el último hoyo. Hoy ha vuelto a dar una lección de determinación y, como viene siendo también habitual, ha seguido una clara línea que va de menos a más durante la semana. De momento, este espléndido 66 reabre el objetivo de ganar alguna posición en la Fedex Cup de cara a la última cita en Atlanta, y por supuesto también ha reabierto otros objetivos más ambiciosos…
