Cuando Tiger Woods gobernaba con mano firme el golf mundial ocurría a veces que lo veías jugar en jornadas no especialmente lúcidas o brillantes y no terminabas de entender cómo se las había arreglado para firmar un 68 ó 69. Después, rascabas, mirabas, rebuscabas, y las cuentas iban saliendo: un tirazo por aquí, otro por allá, un purito en el momento oportuno, un chip prodigioso… Y un instinto único para minimizar los daños cuando se metía en apuros.
Jon Rahm: «Ha sido un día de golf muy estresante»
Salvando las distancias, es la misma sensación que ha quedado hoy cuando Jon Rahm (-4) ha entregado su cartón después de finalizar la segunda ronda en el THE PLAYERS, con un magnífico registro de 68 golpes que lo ha catapultado hasta la zona caliente de la clasificación y que lo postula como candidato a todo para el fin de semana.
Sergio necesitaba encontrar un revulsivo para frenar la sangría
Hoy, como ayer, el de Barrika arrancaba algo espeso, fallando muchas calles (sólo cogía dos por la primera mitad de su vuelta) y sin terminar de ajustarse en los greenes, sobre todo a la hora de afrontar los primeros putt largos de la jornada. Sin embargo, se las arreglaba para fallar al lado malo cuando estaba en apuros, después sacaba un birdie de manual en el 16, par 5, y en definitiva cerraba sus primeros nueve hoyos (había salido por el 10) al par del campo en el día, a la espera de que escampara. Después, lo dicho: un tirazo por aquí (en el hoyo 4: opción de birdie de poco más de un metro), otro por allá (en el hoyo 7: opción de birdie desde la misma distancia pegando desde el rough), algún purito teledirigido fantástico (en los dos pares 5, hoyos 2 y 9)…
El PGA Tour se pega un tiro en el pie, la trituradora del 17 y el señorío de Hovland
La capacidad de hacer un gran resultado sin tu mejor versión es una virtud que adorna a los grandes jugadores, aunque nadie, ni siquiera ellos, se libren de tanto en tanto del desastre y los apuros. Tampoco es sencillo, vaya por delante, ir cogiendo todas las calles en el Stadium course del TPC Sawgrass, aunque hoy se están viendo mejores resultados que en la primera ronda. El caso es que Jon todavía no ha desplegado su mejor juego esta semana y ya lo tenemos ahí arriba. Si es capaz de afinar un poquito el juego desde el tee (sus hierros han funcionado hoy de manera notable), bien podría llegar a los últimos nueve hoyos del domingo con opciones de dar la campanada.
DeChambeau sortea todos los obstáculos con soltura
Bryson DeChambeau (-6) también viene empujando, pegando mucho los hierros largos desde el tee para evitar problemas, que ya habrá tiempo de arriesgar si toca hacerlo. Todos van a depender de lo que Sergio sea capaz de hacer, de si el de Borriol sigue marcando diferencias tan pronunciadas, pero unos más que otros. Dustin Johnson (-1), por ejemplo, ya va un poco más exigido. También le ha ganado hoy la partida al campo, pero había comenzado como un tiro, con un parcial de cuatro menos por la primera mitad de la vuelta, y luego se quedaba frenado, sobre todo con un doble bogey en el hoyo 7 después de irse al agua desde el tee, que echaba por tierra su imponente cabalgada. Por si acaso, mejor será seguir contando con él de cara a los últimos 36 hoyos.
Jon sofoca el incendio a tiempo
De momento, con el turno matutino de esta segunda jornada finalizado, ya se han confirmado algunos nombres ilustres que no estarán el fin de semana, como es el caso de Fleetwood, Molinari, Cameron Davis o Bubba Watson.
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Todos los birdies de Jon Rahm en la segunda ronda del THE PLAYERS
