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Arnold Palmer Invitational 2022 | PGA Tour

Jon se libra a tiempo de su propia emboscada con un golf formidable

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Jon Rahm
Jon Rahm pega el golpe de salida este jueves en el tee del 11 del Bay Hill. (© Golffile | Fran Caffrey)

Nadie ha llegado al final del día al -7 que Rory McIlroy dejaba por la mañana en lo alto de la tabla, formidable. Tan solo Billy Horschel (-5), J. J. Spaun (-5) y Beau Hossler (-5) han osado acercarse un paso más al norirlandés. Y tiene mucho mérito haberlo hecho en el turno vespertino, con los greenes de Bay Hill una vuelta de rosca más picantes. Este campo, aprendiz aventajado de escenario de US Open, con un rough tenebroso, es verdaderamente un test imponente, y da la sensación, si no cae agua del cielo, de que puede irse complicando un poquito más cada día. Cualquier cosa puede ocurrir todavía.

“Hay que jugar muy bien al golf para hacer esos resultados de -4 o -5 que se han visto, no digamos el -7 de Rory”, explicaba Jon Rahm (PAR) nada más terminar una trabajadísima ronda de golf. El español ha salido vivo de una emboscada en la que él mismo se enredaba por los primeros nueve hoyos del recorrido de Orlando. En ese tramo iba a fallar más calles de la cuenta, además de sufrir un accidente de los que sólo se sufren una vez cada cinco o diez años, seguramente: se disponía a terminar la tarea en el green del hoyo 7, embocando un putt de par que si acaso tenía un palmo de distancia, pero apenas tocaba la bola en el primer intento y salía de allí con un bogey terrible, por inesperado. Terrible y desorientador.

No se iba a desorientar el morrosko desde ese punto en adelante. No suele hacerlo el Número Uno del mundo, que por los nueve segundos no iba a dejar de fabricarse oportunidades de birdie, una detrás de otra, hasta ocho consecutivas, ninguna por encima de los seis metros de distancia, un dato verdaderamente impresionante, hoy, en este campo, hasta el punto de darle la vuelta a las estadísticas por completo y terminar el día como el mejor del torneo en el apartado de approach a green, por delante incluso del mayestático líder.

El problema es que a Jon le sigue costando un mundo este año ver puerta, hacer resultado, exprimir la solidez de su juego largo. Embocar putts, darse alegrías y alivios en el campo de golf. De todos modos, su persistencia y buen juego iban a encontrar al fin el premio merecido con buenos putts de birdie convertidos en los hoyos 16 y 17, y a pesar de cerrar la ronda con bogey en el 18, tras fallar la calle, para firmar las tablas con Bay Hill. La batalla de mañana entre este hombre y el campo promete ser a cara de perro. 

Cincuenta jugadores han ganado al campo en esta primera jornada y, con toda la honestidad del mundo, parecen muchos, tal y como luce el rough. Pero no hay que olvidar que aquí se han dado cita dos tercios del top 100 mundial, que hoy se ha jugado con unas condiciones casi inmejorables; muy bien tiempo y sin apenas viento y que, mucho ojo, casi sesenta jugadores han jugado por encima del par, circunstancia que no suele darse ni por asomo. El corte, por tanto, podría incluso irse mañana hasta +2, por lo que Sergio García (+3), entre otros damnificados ilustres como Fleetwood (+2), Pieters (+2) o Matsuyama (+1), todavía va a tener sus opciones de meterse en el fin de semana y dar guerra.

Resultados en directo del Arnold Palmer Invitational 2022