Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Jon Rahm seguirá cavando hasta que el hoyo vuelva a abrirse
Arnold Palmer Invitational 2022 | Jon Rahm | Tercera ronda

Jon Rahm seguirá cavando hasta que el hoyo vuelva a abrirse

Compartir
Jon Rahm
Jon Rahm. (© Golffile | Fran Caffrey)

Jon Rahm (PAR) ha entregado una tarjeta de 74 golpes en la tercera jornada del Arnold Palmer Invitational 2022. No era el resultado que necesitaba para meterse este domingo en la pelea por la victoria. ¿Está totalmente descartado? Sí, eso dice la lógica. Eso sí, si ocurre algo ilógico, que también sucede en el deporte, pues quién sabe…

Se encuentra en el puesto 17º de la clasificación, lejos de la cabeza y, sobre todo, con demasiados candidatos por delante. Rahm lo tiene claro. «Estoy un poco lejos. Me haría falta algo heroico, no sé, hacer yo -5 ó -6 y que los de arriba tropiece. La verdad, ahora mismo veo más difícil que yo haga -5 ó -6 a que caigan los de arriba, ya que el campo está realmente difícil», explicaba a Ten Golf nada más acabar la vuelta.

No siempre ocurre, pero en el deporte hay veces que dos más dos son cuatro. En el caso de la vuelta de Jon Rahm hoy en Bay Hill ha sido así. Ha hecho 74 golpes porque no ha metido nada. Sí, obviamente, no meter nada es una manera de hablar. Si somos precisos diremos que ha metido solo dos putts, dos putts en toda la vuelta. Concretamente, ha sido uno de cuatro metros para birdie en el 16 y otro de unos dos metros para par en el 7. Pare usted de contar.

Por el camino a Jon se le han ido uno de par de tres metros en el 2, uno de birdie de tres metros en el 3, uno de birdie de poco más de dos metros en el 12, otro de tres metros de par en el 14, muy doloroso éste porque sentía que había clavado el golpe y terminó en el búnker de atrás, con una recuperación complicadísima… Además, claro está, de alguno que otro putt de entre cuatro y siete metros que se puede meter. Vamos, que todos los que están arriba lo acaban metiendo.

Rahm está en un momento crítico en los greenes. Le está costando un mundo encontrar el hoyo. El de Barrika entiende que son dinámicas, momentos que se atraviesan y ha optado por la estrategia bien meditada de darle la importancia justa. La confianza no se toca. Está convencido de que está tirando buenos putts y que acabarán entrando. Sí, ahora mismo el hoyo está cerrado, pero Jon va a seguir cavando de la misma manera hasta que vuelva a abrirse. 

En este sentido, hay que decir que recuerda a Tiger Woods. El gigante de Cypress tenía la misma estrategia. El putt es una cuestión de rachas y momentos, jamás arrancabas de su boca un comentario que pudiera mermar su confianza con ese palo. Es más, predicaba por el ejemplo. Por mala que fuera la racha jamás cambió de putter.

Jon trabaja en esta misma línea. Mira al frente, no baja la cabeza, se tira el tiempo que haya que tirarse en el putting green entrenando y espera su momento a que cambie la racha. Sin hacer dramas.

Jon hoy ha librado una batalla casi sangrienta contra la frustración. Sentía que no le salía nada. Cuando jugaba un hoyazo, como en el 3, el putt de birdie se escapaba por el borde. Cuando pegaba dos salidas descomunales en los hoyos 4 y 12, pares 5, los segundos tiros no recibían el premio que merecían. En el 12, por ejemplo, se quedó a dos metros de ser buenísima y dejarse una opción de eagle. Son rondas de golf atravesadas.

No es que Jon haya bordado hoy el golf, ni mucho menos. Se ha metido en problemas desde el tee, como en los hoyos 8 y 9, donde ha salido indemne con alguna dosis de suerte, pero a la vista de las difíciles condiciones se ha manejado lo suficientemente bien como para acabar el día bajo par y estar metido de lleno en la pelea por la victoria. Pero cuando no te sale nada es muy complicado.

Jon, mientras tanto, seguirá cavando, y cavando, y cavando, y cavando, y cavando, con la esperanza de que cambie el viento… ¿Mañana? ¿Por qué no? Él lo volverá a intentar. Eso seguro.

Resultados en directo del Arnold Palmer Invitational 2022