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Jon Rahm y Sergio García | Arnold Palmer Invitational 2022 | PGA Tour

Jon aplaudía a Sergio y Sergio le daba órdenes a la bola de Jon…

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Sergio García Jon Rahm
Jon Rahm y Sergio García, este viernes en el Arnold Palmer Invitational 2022. © Golffile

Sam Burns, vuelta de 69 golpes en la segunda ronda del Arnold Palmer Invitational. Y en el mismo partido, junto al joven valor estadounidense, marchaban Jon Rahm, que firmaba una tarjeta de 70 golpes, y Sergio García, que entregaba el mismo resultado que su compatriota. Entre los tres han brindado una vibrante e incierta jornada, cada cual con sus idas y venidas, yendo y viniendo unos más que otros (en este apartado Sergio se ha llevado la palma), con bellísimas alternativas y, por la parte que más nos toca, con los dos españoles muy metidos cada uno en su faena, faltaría más, pero de alguna manera remando también en la barca del otro, hasta donde permite el reglamento. O lo que es lo mismo: jaleándose, felicitándose cuando tocaba, elevando la moral, y hasta dando órdenes a la bola del compañero, para que llegara a buen destino…

En el green del 10, el primer hoyo de la vuelta, Sergio enchufaba un purazo de más de 16 metros para birdie y Jon primero aplaudía alborozado y luego se encontraba con el de Borriol en el centro del green para chocar el puño. Y no, no estaban en la Ryder…

Volveríamos a ver al de Barrika aplaudiendo con las manos en alto alguna acción de Sergio. Como el segundo tiro en el 6, par 5, que el español llevaba dulcemente a green. O una sacada de bunker muy larga en el green del 12, desde donde el castellonense se dejaba una excelente opción de birdie que luego convertiría. En fin, estaremos todos de acuerdo en que una cosa es felicitar a tu rival por un buen golpe y otra sensiblemente diferente aplaudir con las manos en alto…

De igual modo que podía escucharse con meridiana claridad la voz de Sergio dando órdenes a la bola de Jon para que llegara a un buen destino. “Vuela, vuela, vuelaaaaa”, gritaba después de pegar el vasco desde un bunker el segundo tiro en el hoyo 16, porque esa bola iba justita y necesitaba un empujón para pasar la ría. “Párate” (cuando una bola se pasaba el hoyo tras un aprochito de Jon en el hoyo 4)…

El día ha sido duro, mucho más cuando se levantaba el viento de verdad, en la segunda mitad de la ronda. Una de esas jornadas en la que no te puedes despistar ni uno solo minuto y en el que los jugadores pierden kilos por puro estrés. Cada cual iba resolviendo sus problemas como podía (Sergio le ganaba al campo, incluso después de firmar tres bogeys y un doble bogey, que se dice pronto) y no estaba el asunto para ir charlando amigablemente por el fairway, riendo ocurrencias y comentando la actualidad. Pero todos estos detalles, guiños, felicitaciones y ánimos iban dos o tres pasos más allá de la simple corrección, educación o sentido de la urbanidad. La Ryder crea lazos indestructibles. Los dos son españoles, es cierto, pero sobre todo son hermanos de Ryder.

Resulta sorprendente cómo el día que mejor ha pateado Sergio en mucho tiempo, su driver no carburaba tan bien. Nunca cuadra todo en golf a gusto del consumidor. No puede decirse que el castellonense haya estado hoy sólido, precisamente (“mi golpe en el 17 (par 3) es como para pensar en la retirada”, ha dicho), pero ha sacado la magia en momentos muy oportunos y al final hasta se quedaba corto su resultado, pues desaprovechaba buenas ocasiones de birdie en los hoyos 7 y 9, aunque sacaba adelante una recuperación en el 8 de enorme dificultad y mérito. Si consigue afinar ese driver, todavía puede meterse en peleas más significativas durante el fin de semana.

En cuanto a Jon… Su resultado de dos menos lo va a dejar al final del día a un solo golpe del top ten, así que obligatoriamente hay que concederle todavía opciones de acercarse a la gran lucha por el triunfo. Todo dependerá de que sea capaz de pescar en abundancia en el río revuelto que se avecina este sábado, con un Bay Hill azotado por el viento.

Hoy ha jugado a un gran nivel sus primeros nueve, los mismos hoyos (del 10 al 18) donde el jueves impartía magisterio. Y después de fallar algunos golpes finalizaba de nuevo a lo campeón, dejándose una buena opción de birdie en el 6 y jugando tres hoyazos finales (7, 8 y 9) aunque sólo pudiese aprovechar el penúltimo del día. Hay motivos suficientes para seguir pensando que pueda arrimarse a a la lucha por el triunfo en los últimos nueve hoyos del domingo.

Resultados en directo del Arnold Palmer Invitational